{Capítulo 4.}
Parecía estar contemplando un partido de tenis, deviaba la mirada constantemente de uno a otro. Desde que entré en aquella habitación Pattie y Scooter no habían dejado de discutir entre ellos de cosas que carecían completamente de sentido para mí. Scooter se había levantado de la mesa en la que estaba sentado y ahora se encontraba plantado de pie en frente de la madre de mi ídolo haciéndola parecer aún más pequeña de lo que ya era. Yo esperaba que al cabo de un tiempo recordaran que estaba allí mismo y me contaran por qué razón me habían sacado de la pista justo a mí.
Espera...
- ¿¡VOY A SER LA ONE LESS LONELY GIRL!? -grité emocionada abriendo mcho los ojos sin apenas pensar lo que decía.
Llamé al completo la atención de las dos personas que estaban delante de mí y que ahora me miraban como si fuese una especie de mono de feria. Me puse seria al instante al ser consciente de mi enorme metedura de pata y carraspeé un poco bajando la mirada deseando que continuaran con su charla y olvidaran lo que acababa de decir.
Scooter miraba a Pattie encogiéndose de hombros a la vez que soltaba una pequeña risa murmurando ''Esta aquí por el concierto de tu hijo, ¿qué esperabas?''
Pattie resopló y me miró con cierta preocupación en sus profundos ojos azules durante unos segundos que me parecieron eternos, ¿por qué no me decía nada?, fue entonces cuando Scooter rompió el insoportable silencio.
- Muy bien, te llamas ____, ¿no es así? -se dirigió a mí con una sonrisa fingida intentando aparentar calma mientras se cruzaba de brazos. Yo asentí lentamente sin dejar de mirarlos a los dos.
- Muy bien, ____ ¿eres canadiense?
Volví a asentir esta vez más rápidamente haciendo notar que aquel interrogatorio estaba empezando a sacarme de mis casillas.
- ¿Podrías hablarnos de tus padres?- preguntó finalmente.
De todas las preguntas que se pueden preguntar en este mundo lleno de incertidumbres va y tiene que escoger justo esa que cualquiera persona podría responder menos yo.Le miré durante un largo tiempo y terminé jugando con mis propios dedos de puro nerviosismo.
- Pues... lo cierto es que no conseguiría informarte de mucho -acaricié mi brazo derecho con la punta de mis dedos mientras evitaba sus ojos para tratar de no ver aquella maldita mirada de compasión una vez más. - No conocí a ninguno de mis padres, ellos fallecieron cuando yo era tan sólo un bebé, he crecido junto a mi tía Caroline.
Se escuchó un pequeño gemido procedente de Pattie y ví por el rabillo del ojo que se tapaba la boca con la mano mientras escuchaba mi historia y volví la mirada hacia a ella. Abrí la boca para preguntar pero Scooter me interrumpió antes de conseguir emitir sonido alguno.
- ¿Podrías describirnos a tus padres? Me refiero, físicamente. -me pidió.
Exhalé un pequeño suspiro esperando que Scooter notara mi incomodez. Vale, había estado viendo a aquellas dos personas durante años a través de toda clase de pantallas, pero eso no implicaba que debiera sentirme obligada a contar mi vida al primero que preguntase.
- No, no puedo. - conseguí decir finalmente.
Antes de que Scooter pudiera preguntarme me adelanté.
- Mi tía se deshizo de todas sus fotos y todo lo que tuviese que ver con ellos, el golpe fue muy duro para ella y... porque... ¿quiere alguien decirme qué demonios esta pasando aquí?
Me encontré ante la mirada de sorpresa de ambos que me miraban con detenimiento y cierta expresión de lástima.
- Es que... bueno, yo no hablo de esto con mucha gente, no podéis pedirme ahora...
- Tranquila, oye... -Pattie esbozó una sonrisa tan increíblemente dulce que consiguió que me sintiera agusto por primera vez en horas, colocó su mano sobre mi hombro y miró a Scooter que asintió un par de veces y se retiró de nuevo para volver a sentarse en la mesa que estaba colocada en la esquina de la pequeña sala contemplándonos a ambas. Pattie prosiguió.- Muy bien, comenzaré por el principio.
Dejó de sonreír, lo cual debo reconocer que me tensó bastante, pero seguía acariciando mi hombro con sus dedos en señal de que estuviera tranquila.
- Mi adolescencia no fue nada fácil, tener un hijo a los diecisiete años requiere madurar de golpe, y eso no es algo que se consiga de un día para otro... cuando Justin nació, las cosas iban bien, pero al poco tiempo Jeremy decidió dejarnos. -Hizo una pausa para poder aclararme. - Jeremy es el padre de Justin.
- Lo sé. -dije con sencillez provocando una pequeña risa por su parte.
- Vale, pues cuando Jeremy nos dejó, todo se derrumbó, las cosas comenzaron a ser más complicadas en mi vida, y tuve que ser muy fuerte. -Se estremeció al recordarlo y vi que tuvo la necesidad de cerrar los ojos por unos segundos.- No sé cómo hubiera conseguido seguir adelante sin el apoyo de mi mejor amiga Holly.
- ¿Holly? -pude preguntar vacilante.
- Sí, Holly estubo conmigo, ayudándome desde que nació Justin, venía a casa todos los días cuando Justin era un bebé, a parte de mi madre claro...Y bueno, al cabo de unos pocos años ella también se quedó embarazada, de una niña.
Escuchaba la historia de Pattie atentamente sin poder evitar sentirme demasiado confusa, no entendía que tenía que ver todo aquello con que me hubiesen sacado a rastras de la pista. Pattie prosiguió.
- Yo prometí que me quedaría a su lado al igual que ella había logrado hacer conmigo, que todo sería más fácil teniéndonos la una a la otra...el problema llegó cuando Holly no fue capaz de resistir el parto. -cerró los ojos al terminar de decir esto último mientras parecía tener una lucha contra ella misma. En un movimiento involuntario me ví cogiendo la mano que tenía colocada sobre mi hombro y estrechándola con fuerza contra las mías. Conseguí que sonriera y volviera a mirarme.- Decidí que yo me haría cargo de su bebé y que lo cuidaría como si fuese mío, pero como bien he dicho antes, ser madre mientras pasas por la adolescencia no es nada fácil, y sin la ayuda de Holly me ví a mí sola siendo responsable de dos niños pequeños a los que tenía que cuidar a la vez.
De repente el sonido de la voz de Pattie se vió ahogado por el estallido de miles de gritos que hicieron que retumbaran hasta los cimientos de aquel lugar. Las tres personas que allí nos encontrábamos levantamos la mirada alertados y sentí una gran necesidad de salir de allí e ir a reunirme con las demás.
- Creo que Cody Simpson acaba de entrar en el escenario. -dejó caer Scooter mientras echaba un vistazo a su reloj de muñeca.
Dios, el concierto, la pista tendría que estar ya al completo. Los demás tendrían que estar hartos de buscarme.
- ¿Necesitas marcharte, Scooter? -se giró Pattie algo nerviosa.
- Tranquila, tu hijo sabe lo que hace, ha hecho esto ya millones de veces. -le sonrió intentando calmarla.- Tú pareces necesitarme más.
La expresión apurada de la pequeña mujer cambió rápidamente dirigiéndole una sonrisa de agradecimiento. Los gritos parecían ir a más a cada segundo haciendo que me sintiera más nerviosa, un nudo comenzó a crecer en el interior de mi garganta mientras podía distinguirse cómo daba comienzo la canción Pretty Bron Eyes cantada por el nuevo telonero de Justin, Cody Simpson. Pattie volvió a centrar su atención en mí.
- Yo nunca quise hacerlo del todo, pero lo necesitaba, necesitaba hacerlo por mí, y sobre todo necesitaba hacerlo por Justin, él merecía que yo le diera una infancia digna ¿me comprendes? -asentí con todos mis sentidos puestos en aquella historia aún sin comprender del todo.- Escúchame bien, llevé a esa chica a un pequeño orfanato a unos cuantos kilómetros de mi ciudad en Ontario, con una última petición que hice. Yo supliqué a la encargada de aquel orfanato que cualquiera que fuese la persona que adoptara a esa pequeña, la ayudara a crecer sin hacerle pensar que aquellos eran sus padres. No podía dejar que esa chica creciera sin haber tenido la oportunidad de vivir su vida junto a Holly, me sentía responsable por ello así que di esa última petición al orfanato que la aceptó sin problemas.
Miraba a Pattie con seriedad, sintiendo como cada palabra que salía por su boca entraba dentro de mí clavándose en lo más profundo arañándome. No quería escuchar más de lo que me estaba diciendo, porque ya comenzaba a encajar las piezas del por qué me habían llevado allí con ellos con tanta urgencia. Sin embargo sentí que tampoco podía dejar que parase, así que continué escuchando su historia conteniendo poco a poco mi respiración y tratando de controlar cada sentimiento contradictorio que crecía dentro de mí.
- Visitaba el orfanato una vez cada dos días para ir a ver qué tal estaba el bebé, hasta que un par de semanas después me encontré con que ya se lo habían llevado a casa... -hizo una pequeña pausa mirando mis ojos y dudando si debía seguir con todo aquello. Optó finalmente por terminar la historia.- Me asusté... porque no sabía dónde se lo habían llevado, ni si quiera sabía si le habían comentado mi petición, por lo que pregunté. Ellos no estaban autorizados a darme su dirección, sólo me dijeron que la chica que había acogido a la pequeña aceptó la situación en la que se encontraba y prometió que la chica crecería sabiendo que ella no era su madre.
Creí que iba a desmayarme en aquel mismo momento, pero sólo podía permanecer completamente quieta delante de Pattie, ya ni lograba escuchar los ensordecedores gritos que hacían que todas las paredes retumbasen al son de la música de Carly Rae Jepsen, sentía mis labios secos, pero no tenía fuerza ni para lograr pasar mi lengua sobre ellos.
- También conseguí que me revelaran el nombre de la mujer que había adoptado. -Pattie llevó una de sus manos a mi mejilla mientras pronunciaba aquel nombre- Se llamaba Caroline.
El fuerte golpe que dió la puerta al chocar contra la pared cuando se abrió hizo que todos, a excepción de mí, centraran su atención en el chico que entraba nervioso en la sala.
- LA PUTA MADRE, SCOOTER, ¿DÓNDE COJONES ESTABAS? LAS ALAS ESTAN COMPLETAMENTE ATASCADAS, JODER. -Pude reconocer la voz de Justin gritando nada más entrar y uniéndose al molesto sonido que llevaba ya casi un cuarto de hora teniendo lugar- TE HA ESTADO BUSCANDO, CARLY ESTA ACABANDO LA CONDENADA CAN...
Noté cómo mi cuerpo dejó de responderme al instante, todas mis fuerzas cayeron en picado, es como si de pronto mi cerebro hubiese decidido dormir, necesitaba alejarme de todo esto, no podía estar ocurriéndome algo así. Un segundo después estaba dejándome caer en el suelo. Veía como una serie de figuras borrosas se colocaban en torno a mí agarrándome, la dulce voz de Justin sobre mí, alguien sujetaba mi cabeza, la simple idea de aquella historia que Pattie acababa de contarme me volvió a golpear haciendo que todo se volviera negro.
Eres la puta ama escribiendo ;)))).
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