{Capítulo 10.}
· Narra Justin ·
La música alta, bien alta, hasta que no fuera capaz ni de escuchar mis propios pensamientos. Observaba con aire aburrido cómo las chicas bailaban en el centro de la habitación con sus cortos vestidos ajustados. Estaba sentado en uno de los cómodos sillones de la zona VIP en el club Night Life en la parte de Midtown en pleno Manhattan. Sostenía entre los dedos una pequeña copa de Barceló mientras no dejaba de darle vueltas a la cabeza. El regreso al hotel había sido un completo desastre, Scooter nos esperaba en la habitación junto con Alfredo y no me había hecho falta ni preguntar qué tal estaba, su cara me lo había desvelado todo.
Al parecer los fotógrafos que nos habían pillado a la salida de la boutique de Lily se habían inventado la historia de que nos vieron a _____ y a mí salir juntos del probador, y a partir de este rumor se habían desencadenado toda clase de ideas descabelladas. Que si ella era mi hermana perdida, que si la había dejado embarazada, que si la había conocido en un club de strippers. Yo ya estaba acostumbrado a toda este tipo de mentiras, poco a poco la verdad se iba abriendo paso con el tiempo hasta que todo terminaba quedando en el olvido. Pero para ____ había sido un golpe más duro. Los medios habían conseguido hacerse con su cuenta de twitter y llevaba todo el día recibiendo multitud de insultos tanto por parte de los fans como por parte de famosos. Hasta Perez Hilton había publicado una pequeña entrada sobre lo que le parecía todo aquel alboroto colgando una foto en la que ____ aparecía con cara de pocos amigos muy cerca de la cámara. Después de la larga charla cortesía de Scooter Braun acerca de la imprudencia, ella se había encerrado en su habitación dejando atrás el móvil y todo aparato electrónico que pudiese servirle de vía para ver lo que pasaba en el exterior. Yo había pasado toda la tarde delante de su puerta llamándola sin recibir respuesta. Sé lo que es pasar por todo eso, y sé que es aún peor si se trataba de las primeras veces. Que las personas de ahí fuera sólo quieran verte caer simplemente para ganarse la vida o como forma de diversión.
Ryan me había convencido para que salieramos a despejarnos y ahora le veía riendo sin sentido alguno y bailando...bueno, "bailando" en medio de la pista con su copa en alto. Me tocaba una vez más aguantarle todo el camino de vuelta diciéndome lo mucho que me quería. Reí al verle abrazar a una de las chicas que había en la barra y negando con la cabeza saqué mi móvil del bolsillo abriendo la aplicación de WhatsApp para a continuación, buscarla entre mis contactos.
Yo: ¿Estas mejor? 1:05a.m
Miré su última conexión y sonreí para mis adentros.
En línea.
Escribiendo...
En línea.
Escribiendo...
En línea.
Última conexión 1:06a.m.
- La madre que la... - me desquicié y marqué su número llevando el móvil a mi oreja mientras bebía otro sorbo de mi copa.
¿Acababa de colgarme? Sonó de nuevo mi WhatsApp.
_____ : ¿Qué es lo que quieres? 1:07a.m
Yo: Mira, yo no he tenido la culpa de esto, no entiendo por qué me tratas así. 1:07a.m
_____ : Quiero volver a casa. 1:07a.m
Suspiré cerrando los ojos y tras pensarlo un par de minutos guardé el teléfono móvil en mi bolsillo, me levanté del sillón y me dirigí hacia mi feliz amigo que no dejaba de sobar a todas las chicas con las qe se encontraba.
- Tío, me vuelvo al hotel, no me encuentro bien. - levanté a voz para que pudiera escucharme por encima de la música.
- ¿Qué? No te vayas Justin, esto es una pasada man, venga, quédate... - Ryan me agarró por la camiseta tirando de ella para que entrase en la pista de baile.
Me deshice de su agarre y avisé a uno de sus amigos para que se encargase de llevarlo de vuelta, al acordarlo todo salí rápidamente del local para ocultarme en el interior de mi Ferrari negro.
·Narra ____·
Esto de pasar la tarde leyéndo todos los comentarios ofensivos hacia mi persona que a la gente se le ocurría a cada segundo no era nada sano. ¿Cómo podían todos juzgar tantísimo sin conocer absolutamente nada? No quería responder, ni dar señales de vida porque estaba segura de que también criticarían aquello. Estaba siendo el peor día de toda mi vida, tan sólo quería que la gente se olvidase de mí. No hacía otra cosa que mirar el móvil, querer estrellarlo contra algo, soltarlo en cualquier parte y gritar de pura rabia contenida dando vueltas por la habitación.
Sentía que los segundos pasaban despacio como si se tratara de estar delante de un jodido examen de matemáticas, me tiré en la cama por enésima vez aquel día y cerré los ojos, cuando estaba a punto de quedarme profundamente dormid escuché un par de toques a mi puerta supuse que sería Fredo de nuevo ofreciéndome algún que otro dulce para tratar de animarme.
- Lárgate. - dije simplemente tumbándome en la cama.
Me sorprendí al distinguir esta vez el sonido que hacía la puerta al abrirse en lugar de los pasos alejándose. Yo cubrí mi cabeza al completo con la almohada y noté cómo mi cama se hundía al recibir un nuevo peso sobre ella, rápidamente me incorporé para poder ver quién era aquel intruso y me encontré con la sonrisa divertida de Justin delante de mí.
- ¿Qué demonios te crees que haces?
- No es justo, te ha tocado la mejor cama. - soltó simplemente estirando los brazos y haciéndose sitio sobre el colchón.
Yo me froté los ojos cansada de todo y sin poder aguantarlo más dejé escapar un corto sollozo, estaba harta de ser fuerte, nunca me aportaba nada, la gente no dejaba de ser cruel por ello, así que ya me daba igual.
- Todo va a salir bien. - Justin se había sentado a mi lado en la cama y me miraba inexpresivo. Después de unos segundos en silencio prosiguió. - Mira, sé que jode esto, que te sientes culpable por todo lo que te esta llamando la gente pero créeme, no tienes la culpa de esta mierda. Algunos de ellos viven de crear ese tipo de rumores, ¿de acuerdo? Al final sólo cuenta lo que realmente eres.
Yo le escuchaba sin mirarle entreteniéndome mientras observaba los dibujos de mi pijama y asentía sin darme cuenta.
- ¿Podrá arreglarse?
- Claro que sí, yo ya dejé un par de cosas claras por twitter, desmentí los rumores y aclaré que simplemente habíamos ido a comprar ropa. - Cogí aire sintiendo que volvía a derrumbarme. - Eh... ya verás como cuando pase el tiempo te acostumbrarás y te dará igual, entonces podrás...
- No, no, no, yo no puedo aguantar esto, necesito desaparecer del mapa en seguida. - le aclaré. - Quiero irme a casa...
Justin se quedó mirándome sin saber qué decir.
- Pero eres mi amiga.
En aquel momento comprendí lo duro que tendría que ser para una persona que esta constantemente en el punto de mira del mundo en su totalidad, confiar realmente en la gente de su alrededor. Me giré hacia él y me di cuenta de todo lo que había conseguido por cuenta propia. Comprendí que si había logrado estar en la cima del mundo había sido mediante un sacrificio personal muy alto y aquello era digno de admirar. Que él había pasado por todo aquello y aún así había continuado adelante, lo mío resultaba insignificante, y él me comprendía. No podía permitirme el lujo de dejar que pudieran conmigo, no delante de él al menos. Sentía que no podía dejarle solo ahora que me había regalado su confianza de aquella forma.
Bajé la mirada aún en silencio y esbocé una tímida sonrisa, al instante escuché su risa y sentí cómo me cubría con sus brazos. Correspondí a aquello para que al instante nos fundieramos en un fuerte abrazo mientras mi sonrisa iba en aumento. Yo apoyé mi mejilla en su hombro mientras sentía cómo él acariciaba mi pelo con suma delicadeza, tosí un par de veces y finalmente se fue separando para mirarme.
- ¿Mejor? - me preguntó.
Yo asentí usando mis muñecas para secarme las mejillas húmedas.
- ¿Qué hora es? - susurré mirando hacia la ventana aún sin poder acostumbrarme a aquella increíble vista de la ciudad iluminada por millones de luces en los distintos rascacielos. El Times Square podía distinguirse un poco más alejado y casí parecía que la noche aún no había llegado, ni llegaría a aquella zona, la luz que desprendía era alucinante.
- Casi las dos de la madrugada. -escuché a Justin a mi lado. - ¿Quieres ver algo increíble?
- ¿A qué te refieres? - le miraba con cierta curiosidad mientras me disponía a recoger mi pelo en un moño, hacía demasiada calor de pronto.
- ¿Tienes un bañador?
Arrugué mi entrecejo extrañada por la pregunta y negué con la cabeza viendo a continuación que Justin se quedaba unos segundos pensativo mojando lentamente sus labios para humedecerlos, se levantó y tiró de mi mano para que hiciera lo mismo.
- Bueno, la ropa interior hace más o menos la misma función, vamos. -sonreía como un niño pequeño al que le acababan de regalar un nuevo juguete.
- ¿Qué coño dices? - yo reía sin sentido mientras me deshacía del agarre de Justin. -¿Me vas a mojar a las dos de la madrugada? ¿Estas loco?
Éste me miró a la vez que levantaba una ceja con diversión contenida en su sonrisa.
- No me digas que no te gustaría. - comprendí al momento el doble sentido que le había dado a mi frase.
- Eres un estúpido. -le golpeé rápidamente en el brazo mirándole con la boca abierta haciéndome la ofendida.
- Y tú una aburrida... - me decía con esa sonrisa de bobo que estaba empezando a incordiarme.
- Deja ya de repetirte.
- Vamos, tienes que acompañarme. -volvió a agarrar mi brazo y a tirar de él, aquello ya se estaba empezando a convertir en costumbre.- El otro día estuve explorando el hotel con Ryan, encontré un sitio genial.
Me sacó de la habitación aún en pijama y me guió a través del pasillo que ahora estaba en completo silencio al igual que el hotel en su totalidad. Me giraba de vez en cuando para ver el largo corredor a mis espaldas.
- Dios, me estoy acojonando... -susurré mientras él llamaba al ascensor.
Justin soltó una fuerte carcajada pero no respondió. Después de un eterno viaje en ascensor unas decenas de pisos más abajo, Justin me llevó por unas escaleras hacia abajo ocultas detrás de una pared.
Conforme bajamos pude distinguir el reflejo que creaba el agua en movimiento sobre el techo y las paredes y al llegar contemplé con los ojos abiertos como platos aquella habtación. Era enorme y tenía una preciosa piscina de agua cristalina adornando el centro de la sala. Pequeñas velas aromáticas iluminaban débilmente cada rincón de aquel lugar. Le miré aún con la boca abierta y él, con expresión juguetona, se quitó rápidamente la camiseta como si esta estuviese quemando su piel. Pude apreciar por segunda vez sus increíbles abdominales y sus musculosos brazos que hacían que me quedase tremendamente embobada, de nuevo traté de ignorar al completo Adonis que tenía justo delante de mí para evitar que se diera cuenta y carraspeé un poco con la garganta.
- ¿Estas pirado? ¿cómo me baño yo? -pregunté conteniendo la risa.
Se bajó los pantalones y fui capaz de ver al completo su figura en bóxers, mi primera reacción fue levantar los brazos para taparme los ojos pero me controlé intentando hacer parecer que aquello que estaba ocurriendo fuese la cosa más normal del mundo. Corrió hacia la piscina tirándose en bomba al agua y provocando que diminutas gotitas salieran disparadas en toda clase de direcciones.
Al poco rato sacó su cabeza del agua sacudiéndola para quitarse el pelo de la cara y se lo echó hacia atrás con la mano acercándose al bordillo que había cerca de mí para apoyar sus brazos en él y me miró sin dejar de sonreír haciendo señas con las manos para que le imitara.
- Estas jodido de la cabeza si piensas que me voy a quedar desnuda sólo para ir a bañarme contigo en la piscina. - negaba con la cabeza a la vez que no podía contener una sonrisa.
- Venga ya pero si esta buenísima, justo en su punto para que la cascarrabias este satisfecha. - apoyaba su barbilla sobre sus antebrazos que tenía encima del bordillo de la piscina.- Si quieres para que la pruebes no veo nada, mira, tendré los ojos tapados todo el tiempo.
Cubrió sus ojos con las manos provocándo una nueva carcajada por mi parte y miraba hacia las escaleras dudando si escapar ahora sin que me viera para hacerle rabiar pero las ganas pudieron conmigo. Al instante estaba quitándome el pijama lo más rápido que podía quedándome en ropa interior para dirigirme corriendo hacia la piscina hasta lanzarme a ella mientras daba un pequeño grito apenas audible.
Al sacar la cabeza del agua lo primero que pude escuchar fue la risa descontrolada de Justin que se había vuelto hacia a mí abriendo los ojos de nuevo. Yo cogí aire metiendo de nuevo la cabeza bajo el agua en un intento desesperado porque este no viese nada en absoluto, pero no pude aguantar mucho más y volví a la superficie con todo mi pelo sobre la cara.
Justin se moría de la risa mientras se acercaba a mí con intención de despejar mi rostro y que pudiese ver y acto reflejo me encontraba echándole agua sin piedad para intentar alejarle de mí.
- ¡OYE! ¡TÚ TE LO HAS BUSCADO! -le escuché gritar por encima del chapoteo.
Sentí cómo se ponía a la defensiva respondiendo a mi ataque y salpicándome sin piedad impidiendo que pudiera respirar, necesitaba reír urgentemente pero si abría la boca sabía que me bebería la piscina entera de la intensa forma que recibía su ataque. Tuve que volverme de espaldas a él frotándo mis ojos con los nudillos de mis manos y de pronto sentí cómo unos brazos me agarraban fuertemente por la cintura levantándome del suelo y zambulliéndome de lleno en el agua. Pataleaba lo más bruscamente que me permitían mis piernas mientras agarraba el brazo de Justin con desesperación hundiendo mis uñas en ellos y sintiendo finalmente que me liberaba de aquella terrible tortura.
Yo me alejaba rápidamente de él como si de alguna clase de agresor se tratase mientras tosía desenfrenadamente. Le miré con cara de pocos amigos y volvió a reír sin poder contenerse a lo que respodí lanzándole agua con mis brazos una vez más.
- ¡TE ODIO! - le grité. Abrí mucho los ojos al verle veir hacia a mí de nuevo y comencé a nadar intentando huir de él. -No, no, no, no, no, otra vez no, lo siento, lo siento, lo siento...
Consiguió atraparme contra la pared de la piscina sin dejar de lado su sonrisa burlona y presa del pánico agarré su pelo tirándo de él hacia abajo para hundir su cabeza bajo el agua. Esta vez a la que le entró la risa fue a mí al verle con todo el pelo sobre los ojos y cómo escupía el agua por la boca.
- Esta vez te has pasado, un poco más y me dejas calvo... y créeme que eso mis fans si que no te lo perdonarían. -rió él también echando su pelo hacia atrás.
Pasamos unas dos horas riendo y jugando en la piscina, hacíamos concursos sobre quién aguantaba más sosteniendo la respiración, Justin me había ganado y con ventaja ya que tuve que esperar sentada en las pequeñas escaleras a que el señorito llegara a su límite, aunque después salió a la superficie con la excusa de que se aburría. Él me contaba las anécdotas más increíbles que había tenido desde que era famoso mientras le escuchaba haciéndo pequeñas burbujas en la superficie del agua con la boca riendo de vez en cuando al escuchar las locuras que habían tratado de hacer algunas como una chica que se hizo pasar por limpiadora para entrar en la habitación de su hotel y hacerse fotos en ella.
Cuando empecé a sentir que mis dedos comenzaban a arrugarse salimos de la piscina y volvimos a vestirnos subiendo las escaleras con la ropa completamente empapada, me agarraba de la mano de Justin intentando no resvalar pero por poco no caigo escaleras abajo al escuchar aquella terrorícica voz.
- ¿¡_____!?
Justin y yo nos miramos casi movidos por un resorte a la misma vez, él tenía los ojos abiertos como platos y yo no pude evitar soltar una fuerte risa contenida comenzando a luchar contra sus brazos por esconderme tras él. Era la voz de Scooter y ambos nos encontrábamos chorreando agua por todas partes, aquello no podía acabar nada bien y yo no tenía ganas de un segundo sermón.
En ese momento Justin me agarró por los hombros intentando calmarme con una sonrisa nerviosa y me susurró.
- Tenemos que intentar llegar a las escaleras sin que nos vea. - decía por lo bajo.
- ¿Cómo? ¿Estas mal de la cabeza? Son más de veinte pisos. - me tapaba la cara con las manos intentando volver a bajar mientras Justin me retenía sin poder parar de reír.
- Como llamemos al ascensor haremos ruido y nos cogerá, a la de tres corremos a las escaleras.
- ¿Qué? No, Justin, quédate aquí, que no...
- Uno...
- Bieber atrévete a dejarme aquí sola...
- Dos... - Justin se preparaba para salir al vestíbulo mientras yo le agarraba por la camiseta sintiendo que iba a morir de un ataque de nervios.
- JUSTIN.
- Tres.
Sin pensarmelo dos veces salí corriendo detrás agarrándole por el cuello de su camiseta casi ahorcándole mientras reía en silencio hacia las escaleras que subían al siguiente piso. Cuando estuvimos arriba nos quedamos un rato en silencio esperando a ver si nos habían cogido, yo miraba a Justin con los mechones de pelo por delante de mi cara.
- ¿_____? ¿Estas ahí? -volvimos a escuchar la voz de Scooter y salimos lanzados hacia el siguiente piso esta vez sin pararnos.
Pasaran como más de cinco minutos y nosotros aún no habíamos llegado al décimo piso, yo paré de pronto a Justin sintiendo mi corazón latir en la garganta y me apoyé contra la pared.
- Que me muero... -le susurré.
Riendo, comenzó a buscar algún ascensor que estuviese a nuestro alcance y tiró de mí guiándome hacia el más cercano. Yo miraba a todos lados temiendo que nos cogieran hasta que por fin pudimos entrar.
- Estamos a salvo. - me dejé caer sobre la pared soltando una leve risa al ver que Justin me imitaba volviendo a echar su pelo hacia atrás para despejar su cara.
Nos quedamos en silencio intentando recuperar el aliento después de subir corriendo casi diez pisos cuando finalmente se abrieron las puertas y nos tensamos al momento tras ver a una pequeña figura esperándonos en la puerta del ascensor.
- ¿Nora? -preguntó Justin reconociendo al miembro de su equipo. Ésta nos miraba mientras negaba con la cabeza.
- Estábamos todos buscándote. -decía mientras me miraba a punto de echarse a reír. -¿Qué os ha pasado? ¿Por qué estáis empapados?
Iba a responderle cuando Justin se adelantó.
- Nora, no se te ocurra decirle nada a Scooter, diremos que estábamos buscando a Fredo por el hotel. - le pidió.
- Pero si Alfredo también esta buscando, no voy a mentirle a mi jefe Justin. - Nora levantó una ceja esbozando finalmente su sonrisa.
- Yo soy tu jefe, no me hagas enfadar, tú no le digas nada a Scooter y podrás conservar tu trabajo. -la señalaba Justin intentando parecer serio.
Entonces Nora giró la cabeza a su lado derecho tras escuchar una voz.
- Scooter, estan aquí, los he encontrado.
- Hija de puta, despedida, despedida. -decía Justin entre risas mientras salía del ascensor intentando correr hacia su habitación.
Salí corriendo detrás de él y vi como Scooter se acercaba a mí de brazos cruzados mirando mi estado mientras exhalaba un pequeño suspiro. Mordí mi labio inferior.
- Oh, mierda...
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