miércoles, 24 de julio de 2013

Capítulo 11 - Inalcanzable.

{Capítulo 11.}

- Pon la de Beauty And A Beat, ahí te meto una paliza, me sé la coreografía de memoria, atrévete.
Alfredo y Ryan se picaban amistosamente mientras echaban una partida de Just Dance en la Wii que había incorporada en la pantalla de la habitación mientras yo los observaba desde la cama de Alfredo riendo a la vez que buscaba en mi móvil la foto que Justin nos había hecho desde su instagram. Él llevaba toda la mañana y toda la tarde fuera llendo a las distintas entrevistas que tenían que hacerle, no había venido ni para comer, y cuando desperté ya se había marchado, así que llevaba sin verle todo el día.
La noche anterior después de que Justin me abandonara a mi suerte en mitad del pasillo del hotel frente a Scooter y Nora con la ropa prácticamente chorreando el agua de la piscina, había recibido la bronca más aburrida de toda mi vida, y eso ya era decir, las de mi tía podían hacer que incluso Osama Bin Laden regresase de la tumba para pedir disculpas al mundo entero. Nos había castigado sin salir del hotel excepto para las entrevistas con las que Justin se había comprometido y para ir al concierto, para el cual sólo faltaban cuatro horas. Estaba más nerviosa de lo que debía sin saber por qué, pero me encantaba aquella sensación, era como repetir el día en el que había llegado a Ottawa junto a Christina, Helena y Jace, solo que sin hacer cola.
Los echaba de menos. Abrí mi WhatsApp buscando nuestro grupo y haciéndole una foto de espaldas a los chicos que intentaban imitar de forma ridícula todos los pasos de baile que les iban marcando en la pantalla. Sin pensármelo dos veces la envié entre risas esperando la respuesta.

Christina: Madre mía, qué culazo tiene Ryan. *carita sonrojada sacando la lengua* 5:08p.m

Pequeño Jacob: ¿Estan jugando al Just Dance? 5:08p.m

Helena: Anda la otra, intenta ser más delicada cuando le vayas a conocer en persona. *carita decepcionada* 5:08p.m

Pequeño Jacob: ¿En serio estan jugando al Just Dance? 5:08p.m

Yo: Desde que vio aquella foto se ha obsesionado, o traumatizado, aún no sé, la pobre. 5:09p.m
Yo: Sí, es el Just Dance, Ryan esta como una fiera porque no ha conseguido ganar ni una sola partida contra Fredo *monito riendo* 5:09p.m

Pequeño Jacob: ¿Y tú qué haces? 5:09p.m

Yo: Castigada... 5:09p.m

Christina: ¿Es por el lío sobre el polvazo que echásteis Justin y tú en el probador? 5:09p.m

Helena: ¡CHRISTINA! 5:09P.M

Pequeño Jacob: ¡¡Christina!! 5:10p.m

Yo: *carita furiosa* 5:10p.m

Christina: Jo, que era broma, qué sensibles... 5:10p.m

Yo: Anda que no lo pasé mal ayer con eso, fue como el bullying a escala mundial. 5:10p.m

Christina: La vida... 5:10p.m

Helena: Mi pobre niña, pero ya ha pasado todo, ¿visteis los tweets que escribió Justin? *carita sorprendida* 5:10p.m

Pequeño Jacob: ¿Esos en los que la definía como ''una vieja amiga de Canadá''? Mmmm... *guiño* 5:11p.m

Yo: Anda, cerrad la boca, os echo mucho de menos. 5:11p.m

Christina: Yo también me echaría de menos mi vida. 5:11p.m

Helena: Venga que en una semana nos tienes a todos contigo en Los Angeles, qué ganas, me voy a morir de los nervios. 5:11p.m

Con este último mensaje de Helena que me hizo sentir del todo bien cerré la conversación con una sonrisa y volví a levantar la mirada al escuchar el fuerte grito eufórico por parte de Ryan que le restregaba a Alfredo su primera victoria. Riendo hice una nueva foto de él con los brazos en alto sosteniendo el mando de la Wii y mirándo a Alfredo que lo observaba con cierta pena para colgarla en mi twitter con el mensaje ''Y el ganador es... @ItsRyanButler'' mientras reía divertida. Al cerrar la aplicación de twitter volvió a aparecer en mi pantalla su instagram.
Cuando ví la foto de nuevo sonreí para mis adentros y me encontré de repente a mí misma haciéndole una captura a la pantalla para más tarde ponerla como fondo del móvil.

·Narra Justin·
- Un minuto y empezamos a grabar, señor Bieber.
Yo bebía de mi botella de agua mineral viendo cómo todo el equipo del plató se movía a la velocidad de la luz mientras dejaban todo preparado para comenzar a grabar el anuncio. Solté la botella para poder colocar mi pelo con cuidado mientras el cámara me hacía señas con los dedos indicándome cuándo tenía que comenzar a hablar.
- Hola, soy Justin Bieber y estas viendo Saturday Night Live. -sonreí a la cámara.
- Corten, el guiño Justin, el guiño. -me corrigió la directora comenzando a perder los papeles. - Y mírate tu frase de nuevo, no estamos haciendo un anuncio para Disney Channel, sólo te faltó dibujar el Micky.
- Es cierto... lo siento. -me froté los ojos cogiendo aire para volver a colocarme en la misma posición cuando Scooter se acercó a mí.
- ¿Te encuentras bien? Llevas así todo el día.
- Sí, tranquilo, sólo estoy cansado. -le respodí a la vez que dejaba escapar una leve risa.
- Normal, anoche hasta las tres de la mañana jugando con los patitos de goma en la bañera y pasa lo que pasa... A ver cómo lo haces hoy en el Garden para no quedarte dormido. -bromeó volviendo a mezclarse entre el equipo.
Yo puse los ojos en blanco colocándome de nuevo en posición y esperé al final de la cuenta atrás.
- Hola, soy Justin Bieber y esto es Saturday Night Live. - guiñé un ojo y de pronto sin poder contenerme, estornudé sonoramente provocando la risa en toda la sala.
- ¡CORTEN! ¡CORTEN!
Después de la grabación y mientras me colocaba de nuevo la chaqueta dispuesto a salir de allí una mano agarró mi brazo haciendo que me diese la vuelta.
- Justin, cuanto tiempo ¿no? - aquella blanca sonrisa era demasiado reconocible.
- Katia... qué sorpresa. - le devolví la sonrisa y dejé que rodeara mi cuello con sus brazos para que pudiera abrazarme. Ella siempre tan...cariñosa.
Katia había sido uno de los mejores rollos de mi vida, hacía cosa de un año la conocí a través de un amigo que teníamos en común y desde aquella noche fui incapaz de resistirme a sus encantos. Iba con su estilo de siempre. Su corto vestido dejaba muy poco a la imaginación mostrando sus largas piernas y un escote que podía quitar el hipo a cualquiera. Tenía unos grandes ojos azules que hipnotizaban y sus gruesos labios rosados hacían que su sonrisa fuera aún más perfecta. Yo cogí un mechón de su pelo sonriendo.
- Te has teñido el pelo, estas morena. - sonreí intentando parecer simpático.
- Así es, ¿te gusta? - me preguntó con cierta sonrisa pícara.
-Sí, estas muy bien. -respondí comenzando a sentirme incómodo.
Recordé de pronto aquella semana en la que casi no salíamos del hotel, sabía demasiado bien cómo hacer que me volviera loco con tan solo un gesto, pero como era de esperar, ella no podía estar sin mostrar sus grandes dotes en la cama con todo el que pillase, fue cuando me dí cuenta de que lo que le había atraído de mí era mi fama. No volví a contestar a sus llamadas aunque seguía viéndola por cada rincón ya que era una de las modelos más famosas de Nueva York.
- ¿Estas de gira? -me preguntó con un suave aleteo de sus largas pestañas.- ¿Cuánto tiempo vas a quedarte por aquí?
- Sí, tengo una actuación en el Garden esta noche a las nueve. - le dedicaba una sonrisa un tanto fingida mientras intentaba mantener al margen su mano que comenzaba a subir por mi hombro hacia mi cuello. -  Estaremos aquí hasta mañana y después iremos a Boston.
- ¿En serio? Pues yo no tengo nada esta noche, igual me paso por tu concierto. ¿En qué hotel te alojas esta vez? -continuaba subiendo su mano hasta comenzar a acariciar suavemente mi nuca, rápidamente me separé haciendo como el que buscaba algo. Ella me siguió. - Y tengo una sesión de fotos en Massachusetts también, quizás nos veamos por Boston.
- Claro, ya nos veremos... -cogí mis gafas y me las puse mientras ella volvía a acercarse rompiendo una vez más con los pocos centímetros que nos separaban. - En... en el Pennsylvania.
Rozó suavemente sus labios con los míos y giré la cara fingiendo una leve tos volviendo a escabullirme de su lado dirigiéndome hacia Scooter que me esperaba para ir de vuelta al coche.
- Estaremos en contacto. -le dije sin volverme hacia ella andando a paso ligero.
Salimos del edificio para volver a meternos en el coche que me había tenido dando vueltas por la ciudad a lo largo de toda la maldita mañana y tarde llevándome a los distintos eventos y parando sólo y exclusivamente para comer, por suerte aquella era la última cita antes del concierto.
- ¿Era esa Katia? - me preguntó Scooter desde el asiento del copiloto.
- Sí, era ella... -resoplé mientras me hundía hacia abajo en mi asiento. - Hemos terminado con todas las mierdas por hoy, ¿no?
- Acaba de llamarme Ryan, dice que ya estan llendo de camino al Madison Square Garden para ayudar al equipo a preparar todo, -me informó Scooter.- aunque ya sabes que eso en su idioma es ir a hacer el imbécil por todo el recinto, ¿vamos para allí directamente?
- ¿Cuánto tiempo falta para la actuación? -pregunté haciéndo lo imposible para tratar de aguantar las tremendas ganas que tenía de bostezar.
Scooter echó un rápido vistazo a su reloj de muñeca girándose un poco para mirarme.
- Tres horas, ¿por qué?
- Creo que pasaré por el hotel para echar una pequeña siesta de una hora, así estaré fresco para salir al escenario. -apoyé la cabeza en el cristal del coche mientras hablaba.- No te preocupes, saldré y conduciré hasta allí para estar hora y media antes.
Mi mánager pareció dudar si volver a dejarme sólo después de lo de anoche, pero tras un corto silencio asintió tomándome la palabra.
Al llegar al hotel, ajusté mis gafas de sol y salí del coche entre una multitud eufórica que me esperaba a la entrada. Me acerqué a uno de los lados firmando brazos, mejillas, incluso escotes y dejé hacerme un par de fotos con las que más cerca pillé para después ocultarme una vez más en el inmenso vestíbulo del Pennsylvania.
Tan pronto como llegué a mi habitación tiré las gafas y la chaqueta a la cama de Ryan y pude ver en la televisión de pantalla plana el Ryan VS Fredo con la canión Beauty And A Beat que habían dejado encendida para cuando volviera. Reí y abrí la pequeña nevera en una esquina de la habitación cogiendo una lata de Coca-Cola y dándole un pequeño sorbo mientras revisaba mi teléfono móvil contestando a unas cuantas fans via twitter que decían que me verían en el concierto de aquella noche. Después me dirigí a cerrar todas las ventanas para a continuación dejarme caer en la cama suspirando profundamente mientras colocaba la alarma para que me despertase en una hora aproximadamente, solté el móvil sobre la mesita y dejé que el sueño consiguiera vencerme.

·Narra ____·
Levanté la mirada en mitad de aquella inmensidad completamente boquiabierta y noté cierto mareo al volver a bajarla llevándome una mano a la cabeza para echarme el pelo hacia atrás. Lily me observaba desde mi lado con la ceja levantada y una sonrisa burlona.
- Grande, ¿eh?
- Enorme. -pude decirle.
- Ya ves, aquí se ha hecho historia multitud de veces, ¿ves esa pantalla? - preguntó señalando lo más alto del recinto. Yo asentí.- Pues la odio, vine a ver un partido, el de los Rangers de Nueva York, y hay una tradición en la que en los descansos de los partidos una cámara enfoca a las parejas alrededor de la sala obligándolas a besarse para que aparezca en esa maldita pantalla del demonio y pueda verte hasta Obama. La kiss cam.
Ella la miraba con repugnancia y no pude evitar soltar una fuerte risa.
- Parece divertido, ¿a qué viene tanto odio hacia la pantalla?
- Me hizo darme un morreo con el guardaespaldas de Rihanna. -explicó sin dejar de mirarla.
Me tapé la boca con las manos abriendo mucho los ojos y comenzando a reír sin parar mientras me imaginaba su cara al ver que aparecía allí junto con un completo desconocido al que tenía que besar.
- Pues suena bastante bien. -dije entre risas.
- No si él tenía como veinte años más que yo. -esta vez me miró encogiéndose de hombos. - Aunque bueno... sí, la verdad es que el señor no besaba tan mal.
- Dios, qué asco. -solté en mitad de un ataque.
- ¡EH! ¡MIRADME! ¡SOY EL ARCÁNGEL GABRIEL!
Lily y yo nos volvimos rápidamente hacia la zona del escenario sobre el cual Ryan levitaba pegado a las enormes alas de acero que Justin solía usar para entrar en el escenario mientras la pantalla principal se abría en dos dándo paso a su primera canción, All Around The World.
Ryan se puso a hacer poses completamente a lo Superman mientras veíamos cómo parte del equipo encargado de montar los efectos especiales se desplomaban sobre el escenario de la risa.
- ¡FREDO, CORRE, HAZME UNA FOTO!
- Tío, tengo dignidad. -le respondió Alfredo mientras negaba con la cabeza entre risas metiéndose en el backstage.
Definitivamente la preparación para un concierto de Justin Bieber no se trataba, para nada, de una cosa seria.
Tras recorrer todo aquel increíble recinto aprovechando antes de que estuviese completamente lleno de gente gritándo, nos reunimos en las habitaciones bajo el escenario que contenían todo el vestuario necesario para Justin y los bailarines y recibimos a Scooter que se sentó con Lily y conmigo para explicarnos dónde sentarnos para poder ver el concierto desde un buen lugar. Ella y yo asentimos emocionadas y poco tiempo después pudimos escuchar las voces de la gente que había comenzado a entrar para coger sus asientos y poder prepararse para la actuación. Cada segundo que pasaba me estaba poniendo más nerviosa por lo que decidí ir a buscar a Ryan y Alfredo que llevaban perdidos bastante rato y los encontré junto con gran parte de los bailarines en el backstage acompañados de una alta figura que parecía ser... no puede ser.
- ¿Tú eres Usher? -le pregunté con una estúpida vocecilla mientras sonreía incrédula.
Él sonrió al escucharme preguntar aquello y asintió saludándome.
- Sí, soy yo, también me han hablado de tí, tu eres _____ ¿me equivoco? -preguntó observándome a través de sus gafas de sol mientras sonreía. - Bienvenida a la familia.
- Muchas gracias. - pude contestar soltando cierta risa nerviosa.- ¿Qué pasa? ¿Por qué estáis todos aquí?
- Porque falta menos de media hora para que de comienzo al concierto. - la voz de Scooter llamó mi atención desde el otro lado de la sala.- Y el chico esta inlocalizable.
- ¿Cómo dices? - bajé el tono de mi voz volviendo mi mirada hacia Ryan que observaba un punto fijo inexpresivo. - ¿Qué le ha pasado a Justin?
- No lo sabemos, tendría que haber llegado hace cosa de veinte minutos pero no responde ni al móvil. - suspiró Alfredo.
Callamos al escuchar el increíble griterío que había formado muy cerca de nosotros y que ahora no dejaba de repetir el nombre de su ídolo con una alucinante sincronización deseando que este saliese de una vez después de tanto tiempo esperando.
- ¿No hay manera de localizarlo? -pregunté con un nudo en la garganta sintiendo cómo se me aceleraba la respiración.
- He enviado a un miembro de seguridad para ir al hotel y tratar de encontrarle por allí, pero aunque consiguiera encontrarle, tardarían demasiado en ir y volver para llegar a tiempo. - Scooter parecía más tenso de lo normal mientras andaba sin un rumbo fijo por la habitación.
Estaba comenzando a asustarme de verdad y ya no se trataba del concierto, ¿y si le había ocurrido algo? Él jamás había faltado a un concierto a no ser que se tratara de algo realmente urgente. Mis latidos aumentaron al sentir cómo de pronto todos aquellos gritos se transformaban en abucheos, me estaba asustando de verdad esta vez, aquello no podía ser real.
- Joder, ponedles algo de Michael Jackson, la música amansa a las fieras, corred. - ordenó Scooter a un par de miembros del equipo.
Pude apreciar cómo Ryan se levantaba rápidamente saliendo de la habitación a paso ligero y decidí seguirle corriendo tras él atravesando aquella pequeña ciudad poblada de barras metálicas que se situaba a un lado del escenario. Le agarré por la camiseta al verle coger uno de los micrófonos revisándolo.
- ¿Qué demonios haces? - le pregunté elevando la voz para que pudiera escucharme por encima de los abucheos.
Se acercó a mí para poder explicármelo.
- Si Justin no aparece, tendremos que avisar de que el concierto se cancela, y es mejor si lo hace una cara conocida.
- ¿Estas loco? Tenemos que esperarle, no tardará en llegar, él no va a dejar que esta gente salga decepcionada. - agarré el micrófono que sostenía entre sus manos mirándole con seriedad.
Ryan suspiró con pesadez y se giró echando un vistazo a toda la gente que esperaba a los pies del escenario.
- Mira, el margen para que él venga es de una hora más o menos, y aunque fuera capaz de venir, ¿cómo hacemos para que todos se calmen y puedan esperarle?
Yo ya no sabía ni por qué problema debía preocuparme más, sentía que iba a estallar en cualquier momento y comencé a darle mil vueltas a la cabeza a una velocidad de vértigo mientras Ryan me miraba atentamente esperando que aportara alguna buena idea. Escuché de nuevo que comenzaban a gritar el nombre de Justin esta vez mucho más rápido, aquellos gritos se elevaban y daban la sensación de poder escucharlos por todos los rincones del estado.
Observé el micrófono que tenía sobre mis manos y volví a mirar el escenario, de repente se me ocurrió.
- ¿No teníais una especie de trampilla con la que se subía directamente al frente del escenario? -pregunté provocando una mirada confusa por parte de Ryan.
- Pues... bueno, sí, pero ¿para qué?
- Llévame hasta ella, creo que tengo una idea. -conseguí decir con voz temblorosa. Ryan me miraba extrañado. -Confía en mí, por favor.
Tras decirle esto último me condujo entre las barras, bajando unas pequeñas escaleras y llevándome al interior del escenario andando por en medio de todas aquellos soportes metálicos hacia un pequeño saliente con forma redonda.
- Él se agacha puesto sobre este chisme y lo subimos girando esa palanca. -me señaló una barra un poco más lejos. - ¿Qué pretendes? Scooter nos va a matar.
Sentía que mi corazón iba a salirse del pecho mientras observaba con pánico aquella pequeña plataforma ascendiente y tragué saliva intentando calmar el enorme miedo que se estaba acumulando en forma de nudo en el interior de mi estómago.
- Voy a subir. - dije simplemente.
- ¿Y qué piensas hacer?
Me quedé un rato en silencio y reaccioné al escuchar que los abucheos iban en aumento.
- Lo que llevo haciendo desde siempre con ellos. -mojé mis labios humedeciéndolos y aclarando mi garganta mientras me sentaba sobre la plataforma con las piernas cruzadas sintiendo cómo mi corazón saldría disparado en cualquier instante.
- Súbeme.

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