Colocaba cuidadosamente cada una de mis prendas en el interior del amplio armario del que disponía en mi habitación terminando de acomodarme, doblaba las camisetas metiéndolas una por una en los cajones y colgaba los vestidos evitando que pudieran arrugarse. Pude distinguir un leve ruido a mis espaldas que me obligó a voltear rápidamente sobresaltada por el hecho de que el completo silencio se hubiese visto interrumpido de repente. Me calmé al instante cuando distinguí a Justin de pie bajo el umbral de mi puerta.
Fue entonces cuando me dí cuenta de que tan sólo me cubría mediante un fino camisón de seda blanca. Tragué saliva con nerviosismo y me fijé más detenidamente en él.
Su pecho desnudo subía y bajaba rápidamente y se escuchaba su respiración agitada salir desde sus labios entreabiertos e inundando toda la habitación, su mirada llena de deseo estaba fija en mí, y al estudiarle más a fondo logré distinguir un pequeño bulto escondido en sus pantalones.
Corté mi respiración al instante y cerré el armario sin dejar de mirarle quedándome en silencio. Mi corazón latía desenfrenado sin saber por qué y entonces ví cómo movilizaba todos sus músculos al mismo tiempo comenzando a caminar hacia a mí a paso ligero.
- Ya no aguanto más. - dijo con voz ronca.
Notaba cómo el deseo crecía en mi interior y bajaba por mi vientre a medida que la distancia se hacía más corta y no opuse resistencia ninguna cuando Justin me acorraló contra la pared y sujetó mis muñecas levantándolas por encima de mi cabeza mientras me inmovilizaba con sus caderas.
Cerré los ojos a la vez que suspiraba cuando él comenzó a mordisquear mi cuello casi queriendo devorarlo y faltaron segundos para que se hiciese rápidamente con mis labios.
Gemí débilmente, lo que le dio ocasión para colar su lengua en el interior de mi boca comenzando de nuevo una lenta danza que me producía una suave descarga eléctrica que corría bajo mi piel disparando a mi torrente sanguíneo y recorriendo mi cuerpo al completo calenténdolo todo a su paso.
Noté entonces cómo me presionaba aún más contra la pared y fui capaz de sentir su erección contra mi vientre. Suspiré sobre su boca pudiendo apreciar cómo la temperatura cada vez era más alta, estaba atrapada, a su voluntad.
- Despierta..., _____ despierta, menuda marmota, Christina ayuda.
Una suave voz oscureció toda la imagen haciendo temblar mis párpados y la fuerte sensación de sueño me golpeó de lleno. Pude notar entonces mis músculos más pesados de lo normal. Me mantuve en aquella posición intentando acostumbrarme cuando de pronto sentí un frío líquido impactar contra mi cara obligándome a abrir los ojos y a incorporarme en la cama de un salto tosiendo a causa del agua que se había colado en mi boca.
- Tampoco tenías que ser tan brusca, pobre. - reía Helena.
- Igual se convierte ahora en sirena, tú espera.
Froté mis ojos y sequé el resto de mi cara con las palmas de mis manos aún confusa sintiendo mi boca seca y mi corazón latir con fuerza, había sido un sueño. Entrecerré mis ojos debido a que la intensa luz que se colaba desde la ventana me cegaba haciéndome soltar un suave quejido. Las risas de mis amigas resonaron en la habitación.
- ¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!! - gritaron al unísono.
Yo terminé de despejarme aún confusa por lo que acababa de ocurrir en mi cabeza, mirándolas con sorpresa y sin poder evitar que una leve sonrisa se dibujara en mi cara. Mordí mi labio inferior negando con la cabeza y me fundí en un cálido abrazo con ellas aún sentada en la cama. No podía creer que después de tantos años aún siguiéramos tan unidas, ellas eran lo mejor que tenía. Pude notar cómo una pequeña lágrima descendía por mi mejilla sin previo aviso mientras las abrazaba fuertemente.
- Me da igual que ahora tengas dieciocho años, siempre vas a ser nuestra pequeña lo quieras o no, tú no te libras. - susurró Helena sin poder contener un pequeño sollozo debido a la emoción.
Me separé entonces para lograr contemplarlas y reímos al ver que Helena tuvo que secar sus ojos con los dedos.
- Oh, Helen, no llores o también lo haré yo, ya lo sabes... - le pedí cogiendo su mano y acariciando suavemente sus nudillos con mi pulgar.
Ví cómo Christina se levantaba en aquel instante cogiendo un pequeño paquete de encima de la mesilla y volviendo a acercarse a la cama mientras ambas me cantaban la canción del cumpleaños feliz provocando que escondiese mi cara entre las palmas de mis manos rogándoles que bajaran la voz.
- Se van a enterar todos, y ya os dije claramente que no quería que ellos lo supiesen, al menos hasta que el día no este a punto de terminar. - decía mientras trataba de contener mi risa con los ojos fijos en el regalo. - Sois lo peor...
- Que estan todos abajo desayunando, si eres la última en levantarte. - reía Christina mientras me tendía el pequeño paquete envuelto en papel de regalo.- Aunque deberías agradecérnoslo, estabas sudando mientras dormías.
Carraspeé un poco al escuchar esto último y no pude evitar soltar una risita nerviosa como respuesta a su comentario.
- Es normal, ayer la tuvimos hasta las tantas despierta, yo creo que Justin termina echándonos de su casa por alboroto. - decía Helena mientras yo me concentraba en deshacerme del fino envoltorio.
Me quedé inmóvil observando el pequeño retrato con una foto nuestra en la piscina de hacía unos diez años o así, entreabrí mis labios esperando que las palabras pudiesen salir por ellas mismas pero no logré emitir sonido alguno. No pude contener más las lágrimas.
·Narra Justin·
Torcí mi muñeca ligeramente hacia la derecha para conseguir impulsar la pequeña pelota de ping pon consiguiendo hacerme con la victoria una vez más y levantando los brazos cerrando los ojos con una expresión de tremenda satisfación.
- Sigo diciendo que esta pala esta trucada o algo. - susurraba Jace comenzando a examinar el pequeño utensilio de juego.
- ¿Cuántas veces tengo que repetirte que no hay persona que me gane en este juego?- reí como respuesta y me dirigí al interior de la cocina en busca de algo de agua cuando escuché varios pasos bajando las escaleras y supe de quien se trataba, ella siempre andaba descalza en casa.
Sonreí para mis adentros y no dudé en salir de la cocina para ir a recibirla. La sorprendí en el último escalón y me acerqué a ella con propósito de felicitarla por su cumpleaños, rió al principio cuando me vio ir tan rápidamente hacia a ella pero logré cortar su risa rápidamente rodeando su cintura con mis brazos y pegando su cuerpo al mío haciéndola descender lentamente hacia el suelo. Sentí sus manos apoyadas sobre mis hombros mientras miraba mis ojos y poco a poco fui acercando más mi cara a la suya rozándo nuestros labios durante unos segundos hasta terminar por fundirlos en un dulce beso que hizo que me estremeciera, mis labios exigentes se acoplan a los suyos acariciándolos con infinita ternura.
Poco a poco me fui separando y sientí cómo exhala un leve suspiro, lo cual me hizo imposible el evitar una pequeña sonrisa.
- Al fin te despiertas. - susurré bajando la mirada hacia sus labios entreabiertos.
Noté cómo sus dedos subían hacia mi nuca y se hundían en mi pelo acariciándolo por detrás.
- Tú y tus muestras de afecto repentinas... - levanté mis ojos hacia los suyos tratando de adivinar con qué intención decía aquello y me tranquilicé cuando la ví esbozar una sonrisa burlona. - Buenos días a ti también.
Sentí unas ganas enormes de volver a apoderarme de sus labios cuando de pronto una fuerte y exagerada tos me devolvió a la Tierra.
- Vaya por Dios, ya me he vuelto a resfriar...
Asomé mi cabeza para lograr distinguir a Christina y Helena a las espaldas de _____ y sonreí divertido separándome de ella para poder devolvérsela a sus amigas. Se dispusieron a entrar a la cocina entre risas y yo negué con la cabeza sonriendo mientras me daba la vuelta hasta que Helena tiró de mi bazo para voltearme una vez más hacia ella.
- Aquí lo tienes, casi todos han confirmado ya la asistencia esta noche, al final creo que sobre las diez será buena hora, ¿no crees? - preguntó mientras me tendía mi móvil con una pequeña sonrisa de emoción contenida. - También he añadido a un par de personas sobre las que nos ha hablado ____, todo va perfecto, ahora sólo tienes que sacarla de casa.
Me quedé pensativo durante un largo rato dándole vueltas y finalmente esbocé una amplia sonrisa asintiendo.
- Muy bien, creo que tengo una idea, la mantendré bien alejada así que no tendrás que preocuparte, ¿tú me avisas cuando lo tengas todo listo?
Asintió convencida y regresé a la cocina dónde _____ le daba un fuerte abrazo a Jace quien, lo más seguro, hubiese entrado a felicitarla.
- Oye, le he ganado al ping pon, me merezco ese abrazo más que él. - le reproché con una sonrisa divertida haciendo que se separasen entre risas.
- La próxima vez jugaré yo con tu pala, Bieber. - me avisó Jace tratando de aparentar seriedad mientras cogía una manzana del interior del frigorífico.
- Uh, manzanas para desayunar. - exclamó ____ con intención de ir en busca de una para ella.
Caminé rápidamente cerrando el frigorífico antes de que pudiera meter la mano dentro y la miré con media sonrisa.
- No comas nada y ponte los zapatos, desayunamos fuera, yo invito. - casi ordené haciendo una seña con la cabeza para que fuera a hacer lo que le había dicho.
Ella levantó una ceja mirándome con seriedad.
- Mis amigos llegaron el otro día, ellos vienen con nosotros. - condicionó.
Puse los ojos en blanco y miré a Christina en busca de algo de ayuda. Ella comenzó a toser exageradamente una vez más y Jace le dio un par de golpes en la espalda.
- Me encuentro fatal, creo que me estoy mareando, Helen, Jace, sujetadme... - movía los brazos mientras se tambaleaba. - Creo que hoy no podré salir, necesito que me cuidéis los dos...
Soporté las enormes ganas de reír que me provocaba ver aquella escena y mordí mis labios evitando mi sonrisa.
- Me la puedo llevar a la cama. - nos sorprendió Ryan de repente apareciendo por la puerta y esbozando una sonrisa divertida cogiendo la botela de zumo de naranja del frigorífico y mirando a Christina con cierta picardía.
- O también puedes ir a buscarme la guía telefónica y hacer algo con tu vida, tira anda. - le ordenó Helena dándole un suave empujón en el hombro y mandándole a que saliera de la cocina mediante señas a la vez que este reía.
- Pero Chris, que me quedo aquí contigo. - se ofreció ____ mirándola preocupada mientras sus otros dos amigos sostenían a Christina por los brazos seguramente también al borde de la risa.
- Ni hablar, Justin te necesita más que yo, mira qué carita.
Todos se volvieron de pronto hacia a mí y yo miré a _____ haciendo un pequeño mohín, ella levantó una ceja mirándome con cierta sorpresa como si no se creyese que estuviésemos todos tan serios con aquella escena.
- ¿Me estas vacilando?
- Vamos Brooks, no puedes quedarte precisamente hoy encerrada en casa. - dije sin pensar.
Me miró entre confusa y sorprendida y pude distinguir la expresión de apuro de Helena por detrás negando rápidamente con la cabeza.
- Quiero decir...- continué diciendo.- que hace un día increíble y se esta genial en la calle, te haré una visita guiada por Los Angeles, ¿te parece?
Ella se volvió hacia sus amigos que asentían sonriendo aceptando la idea para después volverse hacia a mí de nuevo. Guiñé un ojo sonriendo seductoramente y resopló intentando parecer irritada.
- Voy a por mis zapatillas.
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La música a todo volumen en el pequeño descapotable azulado mientras ____ y yo cantábamos a pleno pulmón uno de los temas de Jason Derulo, Other Side entre risas.
Iba marcando el ritmo de la canción dando en el volante suaves toques con mis dedos mientras aceleraba cada vez más, adoraba la adrenalina. Se alzaban ante nosotros las largas y anchas calles de Los Angeles bordeadas de palmeras, con todo tipo de gente caminando a lo largo de ellas, adoro esta ciudad.
Ella casi no parecía darse cuenta de la velocidad, su pelo se movía desordenado a causa del viento, llevaba mis gafas de sol que me había robado al salir de casa y sostenía en la mano un donut de chocolate que habíamos parado a comprar para que desayunase algo.
Paré en un semáforo y aproveché para girar la cabeza y contemplarla mientras cantaba sonriendo y fijándose en cada detalle de todas las calles por las que pasábamos. Al percatarse de esto, me sacó la lengua haciéndome burla. Sonreí para mis adentros.
- Cada día estas más fea. - bromeé.
Su sonrisa desapareció al instante y noté cómo me fulminaba con la mirada aún por detrás de las lentes de las Ray-Ban.
- Y tu cada día estas más desneuronado. - contestó dando otro bocado a su donut y haciéndose la ofendida.- Gilipollas, por si lo entiendes mejor así.
Reí ante su comentario y volví a pisar el acelerador cuando el semáforo marcó verde levantando un brazo hasta lograr colocarlo sobre sus hombros, acto que ella rápidamente evitó quitándoselo de encima. Mi sonrisa se ensanchó, los retos eran mi debilidad.
- Mucho llamarme gilipollas pero bien que te dejas y te encanta cada vez que me apetece comerte la boca. - Ahogué una pequeña carcajada tras ver de refilón su expresión furiosa y disfruté de la satisfación.
- Pues a partir de ahora ten cuidado cada vez que se te ocurra eso de ''comerme la boca'' porque igual te llevas un puñetazo o algo así. - me contestó simplemente terminando su desayuno.
Volví a carcajear esta vez más fuerte mientras buscaba con la mirada algún hueco para poder aparcar.
- Lo seguiría intentando las veces que hicieran falta, tu boca se esta convirtiendo en una especie de adicción para mí. -respondí entonces sin mirarla. - Y tengo que confesar lo mucho que me pone eso de que te muerdas el labio cada vez que te estas nerviosa.
Giré mi cabeza para observar su reacción y sonreí para mis adentros, la había pillado haciendo aquello mismo, y lo mejor es que la había dejado sin palabras. Desvió su mirada hacia la playa y volví a sentirme victorioso por segunda vez en cuestión de segundos.
- ¿Te parece si echamos un vistazo al paseo de la fama? - le pregunté a la vez que trataba de aparcar el coche.
Asintió sin una palabra y logré distinguir el intenso rubor en sus mejillas, contuve mi risa y robé de un rápido movimiento mis gafas de sol de sus ojos para colocármelas antes de salir del coche.
Todo el paseo fue una especie de show cómico. Compré un par de helados de chocolate para ambos y comencé a seguirla por detrás con mi mano libre en el interior de mi bolsillo mientras ella sacaba fotos de todas las estrellas que se iba encontrando. Cogí mi móvil y la grabé sin poder evitar una pequeña risa que se inmortalizó en el vídeo mientras ella me gritaba que fuese corriendo para que echase un vistazo a una estrella en concreto. Me acerqué dándome cuenta de que se trataba de mi propia estrella y la miré con media sonrisa.
- Saca una buena foto, es la de mi cantante favorito. - reía a la vez que posaba con cierta sonrisa divertida junto a la estrella.
Volteé rápidamente el móvil y me coloqué junto a ella sonriéndole a la cámara con la boca abierta entre risas. Click.
Pasamos horas callejeando por las anchas avenidas de la ciudad de Los Angeles, enseñaba cada zona turística por la que pasábamos y reía ante las reacciones de mi acompañante. Bromeábamos, nos picábamos, hacíamos el imbécil, éramos nosotros mismos, hacía ya demasiado tiempo que no sentía tantísima comodidad estando con otro persona. Pasamos por delante e una pequeña joyería cuyo escaparate llamó la atención de _____. Me detuve junto a ella para lograr ver por lo que tanto interés mostraba. Se trataba de una pulsera con varios enganches.
- Siempre soñé con tener una de esas... y colocar la figurita de un monumento importante por cada lugar del mundo que visitara. - me dijo sin mirarme rozando el cristal del escaparate con la punta de sus dedos. - Sé que es algo tonto, pero siempre me hizo ilusión.
Soltó una leve risa y yo recorrí todos los objetos que allí se encontraban con un corto vistazo. Mis ojos se detuvieron en un colgante con una pequeña nota musical, clave de sol que brillaba adornándolo.
- Voy a entrar en el restaurante de aquí al lado, necesito ir al servicio, espérame aquí. - me avisó.
Asentí sin quitar mis ojos de aquellas joyas.
Terminamos dirigiéndonos hacia la increíble playa de Malibú, era mi preferida, siempre que necesitaba pensar y alejarme de todo paseaba descalzo por aquella arena tan fina, me relajaba. Observaba sonriendo cómo _____ se iba agachando por cada objeto que llamaba su atención recolectándolos en su otra mano. Metí mis manos en los bolsillos y dí una pequeña carrera para poder alcanzarla y caminar a su altura.
- Fíjate, encontré un pedazo de coral. - sonreía mientras me mostraba una pequeña estructura rojiza cubierta de arena. - Este sitio es precioso, gracias por traerme.
- Si no fuera porque esta cayendo el sol y dentro de poco comenzará a refrescar, nos metíamos en el agua, es un placer nadar aquí. - reí observando el mar increíblemente azul que reflejaba los pequeños rayos de luz que aún iluminaban. - Es la primera vez que traigo a una chica aquí conmigo. - confesé.
Ella se giró hacia a mí y levantó una ceja con una expresión divertida que me hizo inevitable esbozar una media sonrisa.
- ¿Qué? - pregunté.
- Sé que te encanta el rollito ese de impresionar a las damas, pero a mí no tienes que mentirme, ni soltarme lo mismo que a las demás, no soy estúpida. - se encogió de hombros continuando con el paseo.
La seguí rápidamente.
- Es cierto, no lo eres, pero yo tampoco soy un mentiroso. - agarré su brazo haiendo que me prestara atención. - Y tú eres importante para mí, tego que tenerte cerca, y necesito que me creas de una vez, deja de ser así de fría cuando te viene en gana, me confundes.
Ví cómo paraba para tragar saliva y me miraba fijamente con seriedad.
- Ya esta bien Justin, no quiero que sigas, no quiero ser otra más de la colección, no necesito que nadie más vuelva a crearme ilusiones para después hacerme sentir como un maldito juguete usado. - ví que se tensaba por momentos mientras pronunciaba aquellas palabras y la agarré por los hombros intentando calmarla. Apretó sus labios en una fina línea y sin pensármelo la atraje hacia a mí con intención de abrazarla, sentí que se removía y lograba deshacerse de mí apartándo su rostro de mi campo de visión y caminando a paso ligero por la arena hacia el paseo peatonal.
Fuí tras ella corriendo viendo cómo poco a poco se aproximaba al carril bici.
-¡Mierda, ____! -grité.
Tiré bruscamente de su mano con tanta fuerza que hice que cayese justo encima de mí provocando la caída de ambos sobre la acera justo en el momento en el que un joven ciclista pasaba velozmente por delante de nosotros.
Ocurrió todo a la velocidad de la luz, cuando quise darme cuenta la apretaba fuertemente contra mi pecho, inhalé profundamente su dulce perfume y pude distinguir el suave aroma a coco que desprendía su pelo, era embriagador.
Levantó la cara para observarme aún algo desorientada y esbocé una diminuta sonrisa. Examiné su rostro suavemente con mis dedos asegurándome de que no constaba de ningún rasguño y pasé mi pulgar por el contorno de sus labios, noté entonces cómo contienía su respiración y levanté la mirada hacia sus ojos sintiendo una suave descarga eléctrica que me sacudió todo el cuerpo. Sostuvo mi mirada durante unos segundos que casi me parecieron eternos y fue bajando sus pupilas poco a poco hasta detenerlas en mis labios. Pasé mi lengua sobre ellos involuntariamente.
- ¿Estas bien? - susurré por fin.
Asintió sacudiendo su cabeza de repente y se llevó una mano a la cabeza cerrando los ojos.
- Sí... lo siento mucho, no sé por qué te dije todo eso, sólo estoy confundida y...
Solté una suave carcajada mientras ella se ponía en pie y me senté en el suelo observándola.
- Eres increíble, por poco no sufres de atropello y sacas el tema. - sonreí levantándome y sacudiendo el polvo de mis pantalones.
Algo comenzó a vibrar en el interior de mi bolsillo y rápidamente saqué mi teléfono móvil revisando los mensajes. Sonreí para mis adentros y volví a mirarla.
- Será mejor que volvamos a casa y cenemos algo, recuerda que no hemos almorzado.
Tras un leve asentimiento por su parte volvimos a caminar juntos en dirección hacia el descapotable iniciando un nuevo paseo por las enormes calles californianas.
- Creo que sé un atajo, llegaremos más rápido. - le dje mientras ella trataba de peinar su pelo con los dedos fijándose en el espejo retrovisor sin progreso ninguno a causa de la ausencia de techo.
·Narra _____·
Cuando por fin llegamos a casa tras miles de vueltas bordeando la ciudad, Justin condujo el descapotable hacia la zona privada de aparcamiento y salió abriendo mi puerta poco después para coger mi mano y tirar de ella ayudándome a levantarme. Ambos nos dirigimos hacia la puerta principal.
- No vuelvo a fiarme de tu sentido de la orientación nunca más, te lo prometo. - reí mientras él trataba de abrir la puerta con sus llaves.
- Míralo por el lado bueno, al menos les he dado más tiempo para prepararse. - sonreía a la vez que abría la puerta y entraba.
Mi expresión divertida se cambió al instante por una completamente confundida.
- ¿De qué estas hablan...? - comencé a decir mientras entraba a su lado al interior de la casa.
Callé al instante al ver a toda aquella gente delante de mí que tiraba confeti y lanzaba decenas de globos multicolores a nuestra dirección. Me giré hacia a Justin completamente boquiabierta mientras él se encogía de hombros con una estúpida sonrisa en la cara.
- Feliz cumpleaños, Brooks.
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Nota de la autora: (#InalcanzableFanFic)
Hola a todos, antes de nada, algo que voy a repetir por énesima vez es que muchísimas gracias por todo lo que hacéis, por todo el apoyo, por los comentarios, vuestros mensajes, todos ellos son los que me ayudan a continuar con esta historia, os pido que nunca dejéis de enviarlos porque son una increíble ayuda, no consigo acostumbrarme a todos vuestros comentarios, es increíble poder haceros soñar conmigo y transmitir sentimientos a través de lo que escribo, pero a ver, que me enrollo.
Para saber a quiénes de vosotras os tengo en twitter me gustaría que si habéis leído el capítulo diéseis RT AQUÍ. Me gustaría abrir un nuevo hashtag en twitter para todas aquellas las que no podéis dejar vuestra opinión en el blog ya que no tengo ni idea de cómo desbloquear los comentarios anónimos, así que si a partir de ahora pudiérais escribir lo que pensáis acompañado del hashtag #InalcanzableFanFic os lo agradecería eternamente, necesito saber la opinión de todo el mundo.
Espero que os quedéis leyendo hasta el final ya que esta no será una novela corta, un beso a todas y de nuevo muchísimas gracias. <3
María. {@hisbeliebeer}