{Capítulo 52}
·Narra Justin·
- ¡Nos vamos a Latinoamérica!
Sonreí viendo cómo Alfredo festejaba él solo por los pasillos del avión haciendo pequeñas coreografías que hacían reír al resto del equipo y me acurruqué en mi asiento apoyandome en la ventanilla mientras me colocaba los cascos beats. Tocaba comenzar con la gira, mientras antes empezara, antes terminaría y antes podría estar con ella. Por lo pronto ya había asegurado que me dejaran volver a Canadá por navidades, sería tan sólo una semana pero me bastaba.
Me incliné en mi asiento y alargué el brazo para agarrar la cabeza de la persona que ocupaba el asiento de delante.
- Scooter, ¿este avión tiene wifi? - al ver que no respondía comencé a rascar su cuero cabelludo. - No me ignores, medio calvo.
En su lugar, un hombre algo más alto se inclinó volviéndose hacia a mí, Mason me dedicó una mirada de pocos amigos y vi a Ariana y a Katia volverse desde los asientos siguientes al de él. Menudo viajecito.
- Eh chico, deja de tocarme la cabeza.
Me bajé los cascos colgándomelos al cuello levantando mi mano a modo de disculpa.
- Perdona, pensé que eras mi mánager.
La descarada risa de Katia resonó por todas partes.
- Por cierto, ya me han comunicado tu decisión, espero que una vez saldada la deuda no volvamos a tener problemas y podamos trabajar en equipo. - dijo esbozando una amarga sonrisa que me puso la piel de gallina.
Sin pensarlo mucho más, me levanté cogiendo mi móvil y mi mochila y asentí con una breve sonrisa a Mason para después salir al pasillo buscando un sitio libre. Ví que Alfredo continuaba de pie en mitad del pasillo esta vez apoyado sobre el asiento de Nora. Les veía hablar con seriedad, seguramente por fin intentaban arreglar lo que fuera que los había llevado a enfadarse.
- Fredo, no vuelvas a donde estábamos, es el infierno en el cielo. - susurré a mi amigo al pasar por su lado. - ¿Te vienes conmigo atrás? - le pregunté a Anna que estaba sentada al lado de Nora apoyada contra la pared del avión con aires de aburrimiento.
Ella asintió rápidamente como si acabase de salvarle la vida y agarró mi mano saliendo rápidamente de allí. Reí abriéndome paso hasta los últimos asientos dejándola pasar al lado de la ventanilla.
- Dios mío, me iba a pudrir allí mismo escuchando tantas pasteladas. - suspiró cogiendo mis cascos y acercádoselos a la oreja para ver qué estaba escuchando.
- Tú no puedes quejarte, que ya os pillé a ti y a Chaz en su momento. - dije bromeando mientras me sentaba a su lado.
Anna abrió mucho más los ojos quedándose completamente quieta y mi sonrisa se desvaneció.
- ¿Cómo lo descubriste? - preguntó con la incredulidad en los ojos.
- No jodas, ¿¡Chaz y tú!? - la señalé a punto de estallar en carcajadas.
Ella me cubrió la boca bruscamente en un acto reflejo y cerré los ojos sintiendo que iba a ahogarme queriendo reír.
- Cállate, melón. - exclamó reteniéndome contra el asiento. - Soy una bocazas.
- Lo eres. - dije con dificultad contra la palma de su mano, la cual retiró al instante al ver que me costaba respirar. - ¿por qué lo guardasteis en secreto? Verás cuando se lo cuente a Ryan.
- Bieber, como se lo cuentes me va a dar igual que seas mi jefe, te mataré. - me lo decía completamente en serio, y aquello hacía que me dieran aún más ganas de reír. - Va en serio, y menos a Ryan, va a hacer un mundo de ello... Lo mantenemos en secreto porque no es realmente una relación, tanto a él como a mí nos ha ido mal en el amor, ¿para qué arriesgarse?
- Anna, por mucho que evites llamarlo ''relación estable'', si al final te enamoras es lo mismo, simplemente que sin admitirlo. - reí encogiéndome de hombros.- ¿te gusta Chaz? - Ella rehuyó mi mirada con cierta timidez asintiendo lentamente y sonreí ampliamente. - Eh, no pasa nada, si no quieres que se sepa no voy a decirlo, es vuestra decisión.
Anna esbozó una sonrisa desganada y me preguntó con un gesto si podía tomar mis cascos, se los dejé sin problema comprendiendo que aquella conversación había llegado a su fin y tomé mi móvil mientras éste estaba conectado a los cascos que ahora llevaba ella tratando de averiguar si había tenido suerte y el avión llevaba conexión WiFi.
- Hola.
Levanté la mirada hacia a Ariana que estaba de pie a mi lado con cierta tristeza en su rostro. Hice como el que no la había escuchado y continué buscando en mi iPhone ignorando su saludo completamente. Sabía que no debía dejar que las cosas se tensaran aún más entre nosotros ya que tendría que pasar un par de meses pegado a ella, pero no me salía tratar de ser amable.
- Justin, por favor, necesito que vengas a hablar conmigo. - me pidió.
- ¿Vas a meterme en el baño e inventarte que hemos follado? - dije con cierto desinterés accediendo a los ajustes de mi teléfono.
Ella guardó silencio durante unos segundos, tal vez me había pasado, pero no era nada comparado con la que había montado días atrás.
- No quiero perder tu amistad. - dijo en un hilo de voz.
- Creo que es un poco tarde para eso. - reí débilmente.
- Justin, por favor, tú mismo lo has dicho, todo aquello lo dije mucho antes de que ____ pegara a Katia, incluso antes de conocerte, yo soy nueva en todo esto, mi tío es la única persona en quien realmente confío, simplemente dejé que él me guiase en el inicio de mi carrera, fue él quien me convenció de que era lo mejor, en ese momento ni si quiera eras mi amigo, de ser así jamás me hubiera inventado todo eso. - las últimas palabras se convirtieron en un sollozo, me giré hacia ella y la encontré arrodillada en el pasillo tratando de mirarme a la cara. - No quiero que te pase nada malo, ni a ____, pero necesito hablar en privado contigo sobre algo.
La cabeza me daba vueltas, ya ni sabía cómo tratarla, por su culpa mi novia tendría que enfrentarse ella sola a todo tipo de críticas procedentes de cualquier parte del mundo, había puesto en peligro mi relación y ahora estaba obligado a arreglar todo aquello por mi propia mano.
- De acuerdo, vamos a la parte trasera. - susurré dejando mi iPhone en el regazo de Anna que había caído dormida en su asiento.
Fuimos hacia la zona de las azafatas en aquel momento aislada de todo el mundo y me crucé de brazos exhalando un profundo suspiro mirándola dispuesto a escucharla.
- Mi tío me ha contado que Scooter ha confirmado una entrevista de radio cuando lleguemos, y que vas a desmentirlo todo allí. - espetó.
Asentí mostrando despreocupación y metí ambas manos en los bolsillos.
- Sí, era lo acordado, una vez puesta la denuncia, éramos libres de hacerlo.
- Pero Justin, no puedes hacerme eso... - dijo con la respiración acelerada.
No podía creerme lo que acababa de pasar.
- ¿Qué? - casi reí. - Creo que eres la menos indicada para decir eso, si mal no recuerdo hace poco le estabas dando vía libre a los medios para amargarme lo que queda de gira.
- Justin, ¡ya te he dicho cuánto lo siento! - exclamó con desesperación. -¡Soy nueva en todo esto y tengo miedo! - sus últimas palabras se ahogaron en un llanto y se llevó las manos a la cabeza agachándola.
En un acto reflejo me acerqué tomándola de la cintura para apoyarla en mí.
- Eh, tranquila. - susurré.
- No me pidas que este tranquila, no tenía ni idea de que todo esto iba a acabar así, me dijeron que era el mejor camino para comenzar con una carrera musical y en cuanto desmientas todo lo que dije me van a acosar, no sé cómo se lo tomarán pero...- sollozaba contra mi pecho agarrando fuertemente la tela de mi camiseta. - tengo mucho miedo.
Mordí fuertemente mi labio inferior sintiendo cómo el cuerpo me pesaba el doble de lo normal y acaricié la espalda de Ariana tratando de calmarla.
Sé lo que es comenzar en este mundo pensando que sólo ocurrirán cosas increíbles, que se basará en compartir tu música con el mundo cumpliendo tu sueño, sé lo que es que se te echen encima las primeras veces y sentir que vas a ser arrasado por todos, cuesta tiempo acostumbrarse a ver cómo van poco a poco ocupando tu vida privada, esperando a que cometas el más mínimo error para cargarlo a tus espaldas para el resto de tu vida. Pensé en lo duro que me resultó al principio, quise abandonar incontables veces, recuerdo noches enteras llorando y viendo como el planeta entero se reía de mí, y no quería ni imaginar cómo recaería todo en Ariana si además se trataba de una mentira.
¿Qué iba a hacer cuando llegase a la entrevista de radio? ¿Quitarme el muerto de encima y pasárselo a ella el doble de pesado? ¿Iba a llamarla mentirosa en directo para todo el mundo y me iba a marchar viendo cómo se la comían viva?
- Oye... - murmuré abrazándola un poco más fuerte. - tranquila, no dejaré que te pase nada malo, ¿vale? No te preocupes, lo solucionaré.
Esuché cómo cogía aire entrecortadamente levantando la mirada con los ojos llorosos.
- ¿Cómo?
- Pues no lo sé, pero ya se me ocurrirá algo, quédate tranquila porque no va a pasarte nada, no llores. - sonreí con dulzura apartándome un poco de ella para que secase sus lágrimas y tras haber recuperado un poco la compostura esbozó una pequeña sonrisa apenas percevible.
- ¿Lo harás?
- Te lo prometo, pero no vuelvas a hacerle caso a tu tío, podrías preguntarle a Scooter si quiere firmar contigo, es un buen mánager. - sonreí limpiando algo de maquillaje que se le había echado a perder. - Tal vez tenga que echar mano de alguna mentira en esa entrevista, sino, no tengo ni idea de cómo voy a cubrirte.
- Gracias Justin, eres el mejor... - y se acercó para darme un nuevo abrazo que acepté de buena gana. - Lo siento, mucho mucho muchísimo... Si ella tiene que pasar por algo semejante a lo que tú vas a evitar que me pase a mí, realmente pido disculpas, y si tienes que elegir entre ella y yo, no me enfadaré si soy yo la que tiene que pasar por ello.
- Tranquila, encontraré la manera de que nadie salga demasiado perjudicado.
Y tras unos abrazos y unas palabras de agradecimiento, volvimos a nuestros asientos y yo me sumergí en aquel rompecabezas que se acababa de incorporar a mi mente, no tenía ni la más mínima idea de cómo iba a salir de aquella.
·Narra _____·
Apreté los párpados cerrando fuertemente mi mano sobre las mantas que me había echado por encima, estaba prácticamente temblando de puro terror. Escuché cómo se iba abriendo poco a poco la puerta y me escondí aún más entre las sábanas de modo que lo único que asomaba en la cama era el comienzo de mi pelo. Tenía que calmarme, como me tocara y viera que estaba temblando todo se habría echado a perder.
Sentí cómo el colchón se hundía al recibir un peso extra y supe que se había sentado a mi lado en la cama, di gracias a Dios por estar tumbada de espaldas y esperé.
Un segundo, tres, seis, diez, se me estaba haciendo eterno, hasta que finalmente sentí cómo el peso se inclinaba sobre mí y a continuación, sus labios se posaban sobre mi mejilla para recibir el beso de buenas noches.
Juro que no recordaba la última vez que me había sentido tan aliviada como aquel momento, sus pasos se alejaron y escuché el sonido de la puerta al cerrarse. Instintivamente llevé mi mano al corazón que latía desbocado y solté el aire respirando agitada.
Me deshice de toda la ropa de cama que me envolvía y me coloqué el chaquetón que había escondido bajo el escritorio de mi amiga. Levanté el cristal de la ventana y sin pensarlo mucho más y deseando irme de allí de una vez, salí a través de ella encontrándome segundos después sobre el tejado.
Con cuidado fui avanzando hasta llegar a la pequeña enredadera que crecía alrededor de una valla encrucijada de madera y lentamente fui descendiendo hasta pisar tierra.
Al fin pude respirar tranquila y saqué el teléfono móvil del bolsillo de mis vaqueros marcando el número de Christina, pasó casi un minuto hasta que ésta se digno a corgerlo.
- ''¿Cómo ha ido todo?'' - dijo con cierto nerviosismo.
- Bien, da gracias a Dios a que no se ha dignado a destaparme porque he tenido una suerte muy poco propia de mí. - exhalé un breve suspiro. - Me ha dado el beso de buenas noches y ha salido de tu habitación, ya estoy en la calle de vuelta a mi casa.
- ''Uff, menos mal''
- ¿No podías habérselo pedido a Helena? - pregunté con cierto tono irritado.
- ''Es que Helena tiene el pelo demasiado rizado, se hubiera dado cuenta en seguida, además, no lo hubiera hecho ni de coña.''
- Ya, olvidaba que yo soy la amiga estúpida que hace todo tipo de favores por muy tontos y arriesgados que sean, estoy muerta como nos pillen ¿sabes? - bufé. - Eres imposible, Christina ¿no podías haber hecho esto el fin de semana?
- ''¿Quieres dejar de quejarte? ¡ha salido todo redondo!''
- Lo que tú digas... - refunfuñé cambiando de acera rápidamente, había oscurecido y el frío se habia intensificado, además Alfredo me envió un mensaje en cuanto llegaron a Latinoamérica con la dirección de la página donde poder escuchar la entrevista donde Justin sacaría la verdad a la luz y no debía de faltar mucho para que comenzase, no me terminaba de creer que me hubiera dejado liar por Christina para hacer aquello. - ¿Dónde estas, por cierto?
- ''Ryan, ¿dónde estamos?'' - preguntó seguramente desde el asiento del copiloto. - ''Casi hemos llegado a Stratford, no me puedo creer que vaya a pasar la noche y mañana en casa de Ryan... recuerda que a las seis de la madrugada le enviaré un mensaje a mi madre para decirle que he salido antes para terminar un trabajo en tu casa antes de ir a clase, después simplemente la llamaré diciendo que comeré en tu casa también y volveré para estar allí por la noche''
- Genial, y si te pillan toda la culpa irá para mí, ¿qué pasará si llaman desde el colegio para preguntar dónde estas?
- ''No van a llamar, ____'' - fui capaz de escuchar la risa de Ryan de fondo. - ''Estan hartos de anotar mis ausencias por hacerme la enferma, hace tiempo que dejaron de avisar a mi madre por ello, siempre estaba en casa''
Puse los ojos en blanco cruzando una esquina, casi no me había dado cuenta de que estaba andando a paso ligero, como si estuviese huyendo de alguien, mis pasos retumbaban a lo largo de la solitaria calle.
- Esta bien, pásalo bien y no hagas ninguna tontería. - le advertí. - Dile a Ryan que es un mal ejemplo.
- ''Por supuesto que me lo voy a pasar bien... ¡Ryan! ¡no!'' - la oí reír al otro lado del teléfono y sonreí casi al instante sintiendo una punzada de envidia. - ''Pon las manos en el volante, tonto. Te dejo ____, te quiero muchíííííííííísimo, te quiero, te quiero, gracias por cubrirme, pásalo bien mañana en clase, ¡adiós!''
Un pitido continuo me avisó de que Christina acababa de colgarme, mojé mis labios sin poder evitar sonreír y miré la hora en la pantalla de mi móvil, casi eran las once de la noche, estaba a punto de empezar el programa.
Sin pensarlo dos veces eché a correr hacia casa, había pocas personas en la calle lo que favorecía el hecho de resaltar por estar prácticamente dando carreras a lo largo de las aceras, bajo la mirada de algunos curiosos que paseaban, llegué al portal de mi casa abriendo la puerta torpemente con mis llaves adornadas por cientos de llaveros y corrí escaleras arriba ignorando las voces de mi primo llamándome.
Me deshice de mi abrigo y abrí rápidamente el portátil encendiéndolo y desesperándome por momentos. Mientras iniciaba sesión, revisé mis mensajes, Justin me había dejado uno hace poco.
De: Justin
''Siento no haberte avisado personalmente pero Anna me dejó el móvil completamente sin batería. Estoy nervioso por la entrevista, espero que todo salga bien, pase lo que pase necesito que sigas a mi lado, y no creo que esta noche podamos hablar porque llegaré al hotel muy tarde y no quiero que te quedes despierta esperándome ya que mañana tienes clase, así que hablaremos mañana por la noche, preciosa, si necesitas hablar conmigo, déjame un mensaje en WhatsApp e intentaré responderlo lo antes posible después de la entrevista. Te quiero :)''
No paré de sonreír ni un solo instante mientras leía el mensaje y me apresuré poco después en poner la dirección que Alfredo me había dejado para escuchar la entrevista por la web.
Después de averiguar cómo funcionaba, cliqué en el directo y pasaron unos segundos hasta que la música que abría el programa comenzó a sonar. Alcancé mis cascos para no molestar y los conecté al portátil escuchando el comienzo de la entrevista. Al principio no entendía nada de lo que estaban hablando ya que era el idioma típico de allí, pero supuse que cuando fuera a comenzar la entrevista con Justin, hablarían en inglés y así fue, aunque me despistara el hecho de que iban traduciendo cada cosa que decían segundos después, pude ser capaz de enterarme.
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- Buenas tardes y bienvenidos, en la entrevista de hoy tenemos al cantante e ídolo adolescente Justin Bieber.
- Hola chicos.
Sonreí.
- Muy buenas Justin, ¿hace cuánto has llegado a Latinoamérica?
- Pues hace un par de horas de hecho, aún no he pisado mi hotel. - dijo entre risas.
- Vaya, tienes que estar muy cansado, aunque tus fans parece que no lo estan, ¿tienes idea de cuánto llevan haciendo cola en la entrada de los recintos en los que se va a dar tu actuación?
La entrevista continuó como cualquier entrevista de radio normal, hablaron sobre todo acerca de la gira y de las distintas ciudades por las que pasaría, Justin explicó por encima cómo serían sus conciertos e hicieron algunos chistes sobre la comida, la política y las costumbres en Latinoamérica, Justin parecía cómodo y para nada nervioso, hubo momentos en los que creí que no iba a decir nada, pero cuando sentí que poco a poco se me cerraban los ojos llegó la pregunta.
- Pasemos a cuestiones un poco más personales, ¿te importa, Justin?
- En absoluto.
- Recientemente ha ido circulando por internet un vídeo que ha dado bastante de qué hablar. Todos teníamos por cierto que salías con una de tus fans, _____ Brooks por lo que nos han comentado, una chica linda y que ha recibido una buena aceptación por gran parte de tus fans, algo difícil comparando con tus anteriores relaciones.
- Así es.
- ¿Eres consciente de que tu telonera ha extendido el rumor sobre una supuesta relación entre vosotros dos?
- Lo soy.
- ¿Acaso estas saliendo con ambas? - rió el locutor.
- Para nada, actualmente es cierto que estoy saliendo con _____, y espero que así siga.
- ¿Y qué me dices acerca de lo que nos contó la joven Ariana Grande? ¿acaso es mentira y se lo inventó todo?
Sonreí para mí misma, había llegado la hora de que las cosas volvieran a su sitio y Justin lo dejase todo claro, seguramente el hecho de que Ariana hubiera mentido a todas las revistas y programas del corazón dándoles noticias falsas quitaría algo de hierro al asunto de mi pelea con Katia. Aquello me tranquilizó y aguanté la risa tratando de no hacer ruido para escuchar bien la entrevista.
- Lo cierto es que todo se interpretó de forma incorrecta, aunque admito que Ariana se expresó realmente mal, cuando ví el vídeo el otro día hasta yo me quedé impactado con él porque lo contó de una forma en la que no dio a entender realmente lo que ocurre, pero ella y yo ya hemos hablado y esta todo aclarado.
- Pero según el vídeo, Ariana confirmaba tener una relación amorosa contigo, ¿cómo se pudo malinterpretar eso?
- Es cierto que Ariana y yo mantuvimos una relación, pero en el pasado, y no duró demasiado tiempo así que no fue del todo seria. - dijo incómodo.
Mi boca estaba prácticamente abierta, no tenía ni idea de qué era exactamente lo que sentía en aquel instante, aquello no me lo había advertido Justin, era imposible que fuese real, yo misma ví cómo se conocían en el estudio, era imposible que... espera, el estudio.
Hice memoria recordando cuánto me había enfadado al verle coquetear con Ariana mientras se miraban entre ellos, aquel había sido el momento en el que me había ido muerta de celos. ¿Y si Justin no quiso contarmelo entonces? Sentí una fuerte opresión en el pecho y cubrí mi boca con la mano sin saber cómo debía reaccionar ante aquello.
- ¡Esto es nuevo! Así que tambien saliste con la joven cantante que ahora es tu telonera, dime algo, ¿no se siente tu novia algo insegura de que tengas a tantas de tus ex tan cerca? - rió de forma exagerada.
Rápidamente presioné el botón de apagado haciendo que la pantalla se volviese negra y me quedé allí plantada sin mover un sólo músculo durante varios minutos, dándole mil vueltas a la cabeza, los pensamientos se sucedían a la velocidad de la luz. ¿Por qué no me había contado nada? Todas las piezas encajaban ahora, era por eso que Justin había insistido tanto en hacerse pasar por el novio de Ariana, ¿y si la seguía queriendo? ¿y si al volver a tenerla cerca se había replanteado el continuar conmigo?
Pero si era verdad que Justin me lo había ocultado, eso supondría que también me había mentido en cuanto a que no sabía que Ariana y Katia eran primas, todo aquello implicaba demasiadas mentiras y sentía los latidos de mi corazón en la garganta mientras lo pensaba, no podía ser cierto. Él me dijo que podía confiar en él, ¿por qué me ha hecho esto de golpe? le dije cuáles eran mis miedos, él me calmó, me convenció de que con él no tenía que preocuparme, por fin había logrado confiar en él y de pronto pasaba esto.
Volví a abrir el portátil mordiendo fuertemente mi labio inferior reteniendo las lágrimas a duras penas y abrí el Skype bloqueándo rápidamente a Justin, no podía dejar que volviera a comerme la cabeza, al final acabaría siendo yo el juguete roto.
Me levanté rápidamente llendo a por mi teléfono móvil, tenía que aislarme de él, tenía que hacerle comprender que no soy de esas chicas que se quedan mirando mientras ve cómo su chico hace lo que le da la gana con su relación arreglándolo con un par de palabras bonitas.
Busqué su contacto en WhatsApp bloqueándolo también desde el móvil, entré en la aplicación de twitter para hacer lo que jamás me hubiese visto capaz de hacer y dejé de seguirle para que no pudiera enviarme mensajes. Sentí cómo una pequeña lágrima lograba escaparse y rodaba lentamente por el contorno de mi mejilla hasta mi barbilla y tiré el móvil en la cama lejos de mí para hacerme un ovillo sobre ella abrazándome a la almohada. No sé cómo había podido llegar a pensar que todo aquello podría salir bien.
Ahora llegaba el momento en el que todos comenzaban a criticarme por haber separado a una pareja feliz, tan perfecta como ellos, finalmente acababa siendo yo la mala, la que había agredido a la ex de mi novio, a la que todo el mundo se le echaría encima. ¿Cómo me había metido en todo esto? Yo simplemente...
...me había enamorado.
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