sábado, 14 de septiembre de 2013

Capítulo 28 - Inalcanzable.

{Capítulo 28}
Abro los ojos una vez más a causa del leve sonido procedente de algún sitio. Todo oscuridad. Alargo mi brazo para atrapar el teléfono móvil y lo desbloqueo cegándome durante unos segundos por el intenso brillo de la pantalla fijándome en la hora, las cuatro y media de la madrugada. Aturdida, me levanto a duras penas abriendo la puerta de mi dormitorio y escuchando esta vez el sonido algo más fuerte. Era un piano. Salí al pasillo dándome cuenta de que la puerta de la habitación de Justin estaba abierta y deambulé por el largo corredor hasta llegar a las escaleras siguiendo la pista de aquella suave y dulce melodía la cual me resultaba vagamente familiar. Crucé el salón y salí a un nuevo pasillo cuyas puertas estaban todas cerradas a excepción de una, y poco a poco fui acercándome hasta que conseguí verle allí sentado frente al inmenso piano blanco. Sus manos expertas se paseaban a lo largo de las teclas y acompasaba aquel movimiento con el leve balanceo de su cuerpo. Tenía los ojos cerrados y el ceño fruncido como si estuviese formando parte de una situación realmente trágica o conmovedora, era complicado saberlo. Sus largos dedos recorrían una a una las teclas haciendo que pareciese fácil, ajeno a mi presencia. Esta tan guapo. En un pequeño intento por acercarme, choco mi pie contra el arco de la puerta y dejo escapar una leve exclamación de dolor al tener los pies descalzos, interrumpiendo entonces la música. Cuando levanté la mirada Justin había fijado sus ojos en mí y su pecho subía y bajaba expulsando el aire lentamente por su boca entreabierta.
- Lo siento, lo escuché desde arriba y quise ver...
Apagué mi voz al ver que él apoyaba los codos sobre las teclas y hundía su cara entre las palmas de sus manos. Poco a poco me fui aproximando hasta sentarme a su lado en la pequeña banqueta. No sabía si decir algo, así que guardé silencio hasta que él decidió romperlo.
- Es muy tarde, deberías volver a la cama.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
·Narra Justin·
Ryan y yo reíamos sentados en el sofá del salón ligeramente inclinados sobre la mesa para no perder detalle de las fotos que nos iba enseñando Christina.
- Ah, esto fue el día después de Navidad, a ____ le regalaron un disfraz de princesa o hada o princesa mestiza con alas o lo que quiera que fuera eso. - nos explicaba mostrándonos en la pantalla de su portátil a una pequeña de unos ocho años que sonreía feliz a la cámara con una boca llena de dientes a excepción de un diminuto hueco que señalaba su edad temprana.
Solté una fuerte carcajada al ver la foto y la cosa no hizo más que mejorar a la siguiente.
- Aquí estamos las tres juntas en la playa, teníamos pasión por los bikinis que llevaban las chicas mayores excepto ____, que prefería ir directamente sólo con la parte de abajo que se le caía siempre, no tenía culo.
Ryan estaba al borde de un ataque de risa y se echó hacia atrás sobre el sofá moviendo las piernas.
- ¿Esto se calificaría como pornografía infantil? - le pregunto mientras señalo la foto. - porque me gustaría guardarla en el móvil.
- ¡CHRISTINA!
Todos nos giramos a la misma vez viendo a ____ de pie en el arco que daba acceso al salón.
- Mirad, pero si es mi modelo favorita. - reía Ryan mientras ella caminaba a paso ligero hacia el ordenador portátil bajando la tapa a la velocidad de la luz. Christina miró a mi amigo arqueando una ceja muy seria. - Quiero decir...
- Que ni se te ocurra volver a enseñar esas fotos malditas a nadie, y menos a este pelele. - escupió señalando a Ryan.
- ¿Pelele? - me miró él confuso.
- Vamos, si eras preciosa. - traté de tranquilizarla agarrándola de las caderas y atrayéndola hacia a mí haciendo que se sentase en mi regazo.
Ella se resistió en un principio tratando de aparentar disgusto, pero esto le duró poco cuando vio que la rodeaba con mis brazos y subió las piernas apoyando su cabeza sobre mi hombro.
- ¿Era? - preguntó divertida.
- Digamos que la pubertad hizo un buen trabajo. - susurré contra su oído a la vez que mi mano se deslizaba por su cintura acariciándola. - Ahora más que preciosa eres muy...
- VAAAALE, ¿nos vamos ____? - me interrumpió Christina recogiendo su portatil y sacándole la lengua a Ryan quien le dedicó una sonrisa dulce.
Ella asintió levantándose también y abandonándome en el sofá, agarré rápidamente su mano deteniéndola.
- ¿Cómo que te vas? - le pregunté.
- A dar una vuelta, tarde de chicas. - sonrió como si fuese obvio y se agachó para depositar un beso húmedo sobre mis labios que paró mi respiración durante unos segundos. - Se irán dentro de muy poco, hay que aprovechar, así que para la noche estaremos de vuelta.
Me quedé colgado de su inocente sonrisa y recordé la noche anterior, con suerte se pensaría que sólo habría sido un sueño. Cuando la añoranza me sobrepasaba y me daban ganas de mandar toda mi carrera a la mierda para intentar vivir como cualquier persona normal, bajaba rápidamente y tocaba aquella canción. Era corta, mi madre me la cantaba cuando era pequeño, según ella, aún siendo tan sólo un bebé, era la única canción que me calmaba y me la continuó cantando cada noche antes de dormir. Hacía tiempo que no la escuchaba de sus labios, aún así la escuchaba en mi cabeza como si me la hubiese cantado ayer mismo.
Aquella sintonía me hacía volver a recordar por qué estaba allí y la de cosas increíbles que habían pasado en mi vida gracias a ello, nunca sale todo como nosotros quisiéramos, y no iba a haber ningún tipo de excepción conmigo. Aún así amaba la música, y tengo muy claro que esto es lo que pienso hacer siempre.
Las voces de mis amigos me distrajeron de mis pensamientos.
- ¿Cómo que tú no vuelves con nosotros? - preguntaba Christina boquiabierta.
- He decidido pasar lo que queda de verano aquí, con Justin.
Ryan me miró y después a las chicas abriendo más los ojos.
- Yo puedo ocupar su lugar. - soltó de pronto llamando la atención de todos. - Si vosotros queréis claro.
Fruncí el ceño extrañado al oírle decir esto y ví cómo él y Christina se dedicaban una corta mirada.
- ¿A Canadá? - pregunté para asegurarme de que sabía sobre qué estaban hablando.
- Que sí tío, así me paso por casa que hace mucho que no la piso.- Se volvió de nuevo hacia Christina. - Puedes venir conmigo unos días, según me dijiste, tu ciudad queda a tan sólo un par de horas de la mía.
Con que era eso.
En aquel preciso momento aparecieron Helena y Jace que entraron en casa con bolsas llenas de comida, ¿habían hecho la compra? Se acercaron al salón al vernos a todos reunidos allí.
- Atención, esta noche se hace barbacoa. - anunció Helena levantando los brazos provocando la risa de ____.
Al rato, ellas dos se metieron en la cocina para conservar bien la comida que habían comprado, me levanté rápidamente del sillón mientras los demás discutían el tema del avión de vuelta a Canadá y las encontré hablando sobre la discusión que habían tenido Helena y Jace. Deslice mis manos por la cintura de ____ dándole un suave beso en el hombro.
- Gracias por quedarte conmigo. - susurré para que sólo pudiera oírme ella, pero parecía que Helena estaba absorta en sus pensamientos.
- ¿Cómo sabes que me quedo por ti? - sonrió burlona sin dejar de hacer lo que tenía entre manos. - Igual me quedo por... las playas, son muy relajantes.
- ¿Es que tengo que torturarte a cosquillas de nuevo para que lo admitas? - casi reí.
Ella se volteó rápidamente dándome un puñetazo en el hombro y levantando sus puños en posición de combate. Arqueé una ceja divertido y la imité mojando mis labios con la lengua y haciendo como si la fuera a golpear, me hizo retroceder poco a poco mientras movía los puños en el aire cada vez más cerca de mí y yo hice un ademán de golpearla en la barriga cuando ella levantó el pie con intención de dirigir la patada contra mi entrepierna.
En un acto reflejo me eché hacia atrás sabiendo que las puertas de cristal que daban al porche de detrás junto al jardín me frenarían por la espalda, pero para mi sorpresa, no había cristal. Eché mis brazos hacia atrás instintivamente para tratar de frenar la caída aunque no sirvió de nada, segundos después caía de culo al suelo.
- ¡JUSTIN! - gritó ____ presa del pánico.
Hice una muecha de dolor incorporándome un poco frotando la zona de mi espalda que había impactado contra el suelo.
- Mierda, el cristal tendría que haber estado ahí...
Cuando abrí los ojos me la encontré delante de mí tapándo su boca con una mano en un intento desesperado por contener su risa, le dediqué una expresión de fastidio y fue lo que faltó para que estallara en carcajadas teniendo que apoyarse en la pared para no caer de la risa.
- ¡Es la caída más patética que he presenciado en toda mi vida! - reía sin parar.
Resoplé mientras me levantaba sacudiendo mis pantalones y arqueé una ceja sonriendo al verla reír de aquella forma.
- En mi defensa diré que los cristales estan siempre muy limpios y es casi imposible saber si...
- ¡Y tu cara de situación mientras te caías, has abierto los ojos como si estuvieses viendo el apocalipsis! - dobló su cuerpo sosteniendo su barriga mientras reía y yo comencé a asentir mordiendo el interior de mi mejilla y echando un vistazo a los alrededores por si alguien más lo había visto, pude distinguir a Helena que nos observaba por detrás desde la cocina también riendo. - ¿No querías que las puertas de cristal se quitasen de tu vista? No seas desagradecido ahora. - reía algo más calmada mientras enjugaba una pequeña lágrima provocada por el ataque de risa.
- Muy graciosa. - dije con ironía arrugando un poco mi nariz y volviendo a entrar en la cocina acercándome a Helena a la vez que mantenía la mano en mi trasero aún dolorido. - Deja la barbacoa, esta noche nos vamos todos de fiesta, ¿te parece bien?
- Es una idea genial siempre y cuando me tengáis alejada de Chaz. - sonrió encogiéndose de hombros.
- Estupendo, eso sí es una buena noche. - sonreí volviéndome hacia ____ que agarraba el brazo de Helena para que se diese prisa.
- Pues a las nueve estaremos por aquí para vestirnos pero hasta entonces nos vas a dejar nuestra tarde de chicas. - me ordenó dispuesta a salir de la cocina con su amiga a rastras.
- ¿Y mi beso? - alcé la voz sonriendo divertido.
- Ya te lo dio el suelo por mí.


Después de que hubiesen cogido sus cosas y desaparecido por la puerta, volví a dirigirme hacia el salón y ví que Chaz se había levantado ya de la cama y estaba de pie en frente de Ryan y Jace sentados sobre el sofá. Con un suspiro me dejé caer al lado de Ryan quedándome muy quieto con la mirada puesta en el infinito.
- Joder tío, es increíblemente...
- Ya, sé a lo que te refieres. - me interrumió Ryan por lo bajo.
- Ella también. - asentía Jace uniéndose.
Chaz nos miraba a los tres carraspeando y levantó las manos al cielo al ver que no le hacíamos el más mínimo caso.
- Sois una panda de fracasados. - escupió.
Logramos escuchar la puerta de nuevo y nos giramos distinguiendo a Alfredo que se acercaba con una enorme sonrisa.
- Oh, por fin uno de los míos, vamos Fredo, echemos un partido de baloncesto y dejemos a estas tres nenas cotillear en paz mientras se arreglan las uñas. - decía Chaz mientras le hacía señas a Alfredo para que le siguiera.
- Lo siento tío, he quedado para salir con Nora en dos minutos, esta trabajando en unas coreografías impresionantes, ya las verás Justin, vas a flipar. - dijo volviéndose y caminando hacia la cocina. - Vine a por algo de comer.
Reí sin poder evitarlo al ver la cara de Chaz en aquel momento y levanté mi voz recordando.
- Fredo esta noche nos vamos todos al Everleigh Club, tráete a Nora.
- Allí estaremos. - le escuché decir poco antes de que la puerta de casa volviera a cerrarse.
Jace se levantó y se acercó a Chaz dándole una suave palmada en el hombro dirigiéndose a la puerta.
- Vamos marginado, yo juego contigo una de baloncesto.
Chaz le siguió por detrás satisfecho y Ryan y yo quedamos solos en el salón. Él subió sus zapatillas a la pequeña mesa de café y se acomodó al lado del brazo del sofá observándome con cierta diversión.
- Habla. - me dijo simplemente. Le miré entre confuso y burlón encogiéndome de hombros a la defensiva.- Has hecho que se quiera quedar lo que queda del verano, tú te estas colando, Bieber.
Puse los ojos en blanco intentando parecer molesto pero me bastó con mirar unos segundos la cara de Ryan esperando cualquier respuesta mía con todos sus sentidos puestos en la conversación para que soltara una leve risa.
- No te pases, yo también tengo material para contraatacar. - le señalé con un dedo levantando también mis piernas y poniendo las zapatillas sobre la mesa mientras sacaba mi móvil. - Con que me abandonas por ''tus padres''.
Giré mi cara para encontrarme con la expresión burlona de Ryan que negaba con la cabeza.
- Oye, a mí también me ha dado fuerte, no eres el único sensiblón ¿vale? - se defendió Ryan con una sonrisa vacilona. - Ya en serio, me comprende bien, y es divertida y cariñosa, me gusta mucho estar con ella.
Le miré en silencio durante unos segundos sonriendo, ¿desde cuándo no le veía así de pasteloso hablando? Desde lo de Anna mi bailarina, quizás.
- Pues quédate con ella en Canadá, ahora mismo es donde debes estar. - sugerí a la vez que tecleaba en mi móvil.
- ¿Tú qué harás cuando ella tenga que irse? - pude captar una pizca de preocupación en su voz y levanté la mirada riendo leve y encogiéndomede hombros tratando de disimular la leve punzada que me había provocado la pregunta.
- Ya se verá con más tiempo. - respondí humedeciendo mis labios con la lengua.
Ryan captó al instante lo que me estaba ocurriendo y como si jamás hubiera existido, el Ryan emotivo y romanticón se esfumó dando lugar al de siempre.
- ¿Y ya conseguiste...?
- No. - respondí cerrando los ojos sonriendo divertido mostrando mi desesperación.
- Joder Justin, ¿cuánto llevas sin mojar?
- Unas semanas... - confesé agachando un poco la cabeza y rascando mi nuca sintiendo la mirada de reproche de mi amigo sobre mí. - Vale, tal vez unos meses, pero tampoco es para tanto, me encanta estar con ella también.
- Aún así se tienen unas necesidades, ¿sabes? - rió éste y se acercó dándome un par de palmadas en la espalda. - Vamos, ella no esta ahora, suéltalo, cuéntaselo todo al tío Butler.
Le miré mordiéndome la lengua durante unos segundos y después exhalé un profundo suspiro en señal de rendimiento.
- Tío, me paso el día empalmado y escondiéndolo ¿sabes lo que es eso? Dios bendiga los putos pantalones anchos y bajos, en serio.

·Narra _____·
Sonreía como una estúpida sin dejar de leer el mensaje que acababa de enviarme Justin.
De: Justin
''Ya te echo de menos ¿qué estas haciendo conmigo? te quiero''
Cerré el móvil reuniéndome con las demás, nuestro plan había acabado en comprarnos tres batidos y perdernos a lo largo de las anchas calles de Los Angeles, no doblabas una esquina sin encontrarte con algo increíble. Helena nos había contando cómo Jace se le había declarado (de nuevo) y la sinceridad que había en sus palabras, estaba muy feliz por ella porque parecía muy contenta y enamorada, al igual que Christina. Yo por mi parte las puse al día de todo lo que me había ocurrido desde que salía con Justin, mi temor hacia los paparazzi y mis dudas sobre si sabré soportar que todo el mundo me critique.
- Me gustaría poder estar con él sin que eso supusiera una noticia ¿sabéis? - dije en un susurro a la vez que exhalaba un suspiro apenas percevible. - No sé cómo él consigue aguantarlo, por poco no me da algo allí en medio.
- ¿Sabes lo que pienso yo? - preguntó Helena cogiendo las gafas de sol que tenía colgadas en el cuello de mi camiseta para ponermelas mientras mantenía la pajita de su batido entre sus labios. - Creo que todo esto será así de molesto los primeros días mientras vosotros seáis una exclusiva, cuando todo el mundo sepa acerca de ello no será tan exagerado y podrás estar con él tranquila, hasta entonces sólo... conócele más a fondo.
- A mí me gusta mucho para ti. - balbuceó Christina con la pajita en la boca.
- Joder, como para no gustarte. - rió Helena.
Reflexioné acerca de lo que me había dicho durante unos segundos dándole toda la razón y sentí que me había quitado un gran peso de encima.
- Sé que es lo que toca y tengo que aguantarme si de verdad le quiero, así que lo que haré ser...
- ¿¡CÓMO!? - me preguntaron las dos al unísono.
Mierda, lo había dicho en voz alta.
Christina comenzó a toser como una loca después de haber gritado mientras tragaba el batido y parecía al borde de un infarto, Helena me miraba con emoción contenida.
- Mi niña, qué monos, ¿él lo sabe?
Reí escondiendo mi cara tras el batido a la vez que continuaba andando y continué bebiéndolo mientras ellas caminaban a mi lado esperando la respuesta.
- Él lo dijo primero. - solté finalmente.
Christina abrió mas los ojos mirando a Helena y segundos después me abrazaban como si acabara de decirles que había descubierto vida en Marte por mí misma.
- Entonces ya estas perdonada por dejarnos tiradas para volver a Canadá. - reía Christina.
- Guapa, tú no te quejes que vaya prenda se nos ha unido. - reía Helena a la vez que ella le dedicaba una mirada de pocos amigos. - Bueno, lo importante ahora es que tenemos que hacer que ____ este increíble para Justin esta noche en la discoteca, le dará un paro cardíaco al verte.
Las dos se pusieron de acuerdo y comenzaron a discutir sobre el estilo que podría llevar para el club como si no estuviese con ellas. Puse los ojos en blanco y solté una suave carcajada, las había echado de menos.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
- Las damas primero. - me ofreció Justin esbozando una sonrisa irresistible mientras abría la puerta del asiento trasero del coche.
Estaba guapísimo, vestía con unos pantalones caídos negros y unas zapatillas blancas, al igual que la camiseta de cuello de pico que llevaba bajo una chaqueta. Yo avancé hacia el coche pero él me detuvo cuando estaba a punto de entrar susurrando contra mi oído.
- Estas preciosa. - rozó sus labios por mi mejilla y noté sus dedos sobre mi garganta rozando el pequeño colgante que me había regalado. - Bonito collar.
Me volví hacia él dedicándole una pequeña sonrisa y sin poder evitar morder mi labio inferior, él rió dejándome pasar.
- Gracias. - respondí sin lograr ocultar algo de timidez y me agaché para subir al coche.
Chaz se paró para dejar pasar a Justin y ví cómo este le miraba a través de sus gafas sonriendo.
- Dije que las damas primero.
En una media hora conseguimos llegar al conocido Everligh Club, la puerta estaba abarrotada de gente esperando alguna oportunidad para poder entrar, Justin cogió mi mano y nos pusimos delante de nuestros amigos acercándonos a los enormes porteros que vigilaban la entrada, quienes, al ver a mi acompañante no dudaron en dejarle vía libre al interior de la discoteca.
Nos adentramos a duras penas atravesando la masa de gente amontonada en la pista de baile, Justin mantenía su brazo alrededor de mi cintura para tratar de tenerme pegada a él hasta que llegamos al otro lado de la sala que hacía frontera con la zona VIP.
- Justin, yo quiero que nos quedemos aquí, hay más ambiente. - le dije al oído alzando la voz para que pudiera escucharme por encima de la música.
Él negó rápidamente con la cabeza.
- Allí estarás más segura. - casi ordenó.
Agarró mi mano más fuerte y tiró de ella obligándome a seguirle mientras yo giraba mi cabeza viendo cómo los demás se quedaban parados en el barra de la discoteca. ¿De verdad íbamos a separarnos del resto?
Cuando estuvimos dentró paré en seco para la sorpresa de Justin y le miré muy seria.
- ¿Ahora vas a estar siempre aislándome o qué? No eres quién para decirme dónde ir, y ahora mismo nos vamos con los demás.
Él puso los ojos en blanco en señal de impaciencia y mordió su labio inferior mirándo hacia otro lado con nerviosismo asintiendo finalmente.
Nos reunímos con los demás que justo estaban haciendo un brindis en aquel momento.
- Vamos pareja, os hemos llenado los vasos, ¡por estas preciosidades! - gritó Ryan mientras levantaba su copa.
Christina echó la cabeza hacia atrás apoyándola sobre su hombro soltando una fuerte carcajada mientras levantaba también la suya, Ryan aprovechó la oportunidad dándole un suave beso en el cuello.
Me puse al lado de Nora recogiendo uno de los vasos que habían preparado sobre la mesa y al momento pude sentir el brazo protector de Justin rodeando mi cintura y atrayéndome hacia él, cogí su bebida acercándosela y le dediqué una sonrisa de disculpa por lo dura que había sido hacía unos segundos. Él me miró serio durante unos segundos y esbozó también una diminuta sonrisa atrapando mis labios a la vez que cerraba los ojos. Después de todo, sólo estaba preocupado por mí.
- ¿Has bebido antes? - susurró contra mi oído.
- Sí, un par de veces... - fui apagando mi voz poco a poco al ver el asombro y el horror mezclados en su rostro. - o... ¿tres?
- Cuatro, cuatro veces. - intervino Christina asintiendo con la cabeza con decisión tratando de ayudarme.
Justin no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa divertida y trató de disimularla recogiendo su bebida y levantándola por encima de las cabezas.
- Qué demonios, por nosotros.
Todos reímos chocando nuestras copas y llevándolas a nuestros labios.
El líquido descendió por mi garganta creándome una cálida sensación, despegué el cristal de mis labios y arrugué la nariz apretándo mis párpados. ¡Argh!
- Esta fuerte eh, ¿eso es lo mejor que lo puedes hacer? - rió Chaz en frente mía.
Arqueé una ceja tratando de parecer ofendida y volví a la carga levantándo el vaso y comenzando a beber sin pausa, se creó el silencio entre mis compañeros a mi alrededor mientras terminaba la copa entera de una vez.
- ¡Joder! - exclamé medio riendo al terminar.
- Te has pasado. - dijo Justin quitándome el vaso vacío de las manos y poniéndolo sobre la barra. - Y tú, como vuelvas a abrir la boca te rompo la cara.
- Vamos tío, déjala soltarse por esta noche, si lo esta deseando. -Chaz reía a la vez que volvía a llenar mi copa tendiéndomela una vez más bajo la mirada de pocos amigos de Justin.
- No te fíes ____, es el demonio. - reía Helena abrazando a Jace de lado.
Dudaba si aceptar otro vaso, esta vez ya no por Justin, sino por el mareo que comenzaba a sentir. En aquel momento la canción cambió y un remix del tema That Power invadió el local. Casi inconscientemente mis amigas y yo nos miramos con los ojos muy abiertos.
- ¡Me encanta esta canción! - exclamé a la vez que Nora reía y tiraba de mi mano para ir a la pista de baile.
Comezamos a bailar dando saltos y perdiéndonos entre la enorme masa de gente que se movía al ritmo de la música. El olor del alcohol me golpeaba con fuerza a la vez que me movía entre risas al lado de Nora. Ví que Justin me observaba apoyado en la barra con una expresión divertida y comencé a bailar de manera más provocativa tratando de evitar su mirada riendo por lo bajo. Segundos después pude notar cómo unas manos se posaban sobre mi cintura desde detrás comenzando a descender lentamente. Reí pegando mi espalda a su pecho y de pronto sentí que algo no iba bien, no era...
- Qué bien te mueves princesa.
Oh no, otra vez no.
- L-lo siento, tengo novio. - balbuceé a la vez que me separaba del chico alto de pelo cobrizo.
- Eh tú, gilipollas, ni la toques.
Suspiré poniendo los ojos en blanco al reconocer aquella voz que hizo que aquel chico se sobresaltara al ver de quién procedía y volviera por donde había venido.
- Lo tenía todo bajo control.
- Claro, como la última vez, ¿no? - rió él irónico.
Sonreí divertida y me acerqué a él agarrándole por la camiseta, tal vez pudiera hacer que mi novio gruñón y excesivamente protector se solara un poco. Él observó serio cómo bailaba por delante y me dí la vuelta pegando mi espalda contra su pecho sintiendo entonces un duro bulto que empujaba contra mi trasero. Entreabrí mis labios exhalando un profundo suspiro sintiendo cómo un cúmulo de sensaciones descendía desde mi estómago hasta mi vientre haciendo que todo lo que había por debajo de este se contrajese. Segundos después pude sentir sus brazos rodeando mi cintura y su respiración agitada contra mi cuello a la vez que se movía lentamente, notaba cómo su corazón iba a mil por hora tras mi espalda.
- Yo también sé jugar a eso, Brooks.
Su voz sonaba tremendamente sexy tras mi oído y noté cómo comenzaba a bajar sus cálidas manos lentamente hasta llegar al borde de mi vestido, yo contuve el aire unos segundos y él vaciló. Finalmente tiró de mi vestido hacia abajo.
- A ver si comenzamos a vestir menos provocativa.
---------------------------------------------

Espero que os haya gustado el capítulo, a partir de hoy subiré con menos frecuencia ya que el lunes empiezo las clases, así que os ruego que seáis pacientes conmigo.
Si quieres que te avise con el siguiente capítulo da RT AQUÍ

3 comentarios:

  1. Dios bendiga los putos pantalones anchos y bajos, en serio..
    ME MEO CON ESA FRASE, MÁS QUE EN SERIO. LOL, JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJA. El pobre se pasa el día empalmado.
    Pues si, me lo he leído todo de golpe en un día, y si, lo volvería a hacer encantada de la vida. ¿Sabes por que?
    Mira lo primero es que con la introducción llore muchisimo, conseguiste ponerme los pelos de punta y hacer que me sintiera como cuándo yo esperaba en el Believe Tour, aunque yo no tenía pista me lo pude imaginar así.
    En todas las novelas que he leído de Justin famoso. Siempre el modo de conocer a ____ es o por sorpresa por la calle, o porque es una antigua amiga de Canada, tipo Caitilin.
    PERO ESTE HA SIDO DIFERENTE. ¿Quién se iba a imaginar esa pedazo de historia? Si vale, es una antigua amiga,pero no del tipo, llevamos toda la vida siendo amigos, no no no. Y eso me gusta.
    Mira yo al principio, quería matar a ____ ¿Cómo puede ser así con él? Osea todas sabemos que se nos caerían las bragas si Justin nos dice algo a la minima, es algo más que obvio.
    Otra cosa que me encanta de esta, es que es de las pocas en las que ____ se lleva bien con los amigos de Justin y NO los usa para coquetear y ponerlo celoso, eso también me gusta.
    Y POR FIN en una pintan mas o menos como sería la realidad. Si, Justin esta buenisimo, folla, bebe, etc. No es la tipica en la que me lo ponen de santurron ni tampoco desventurado, es objetiva. También me gusta como introduces hechos reales.
    Cuándo llegó a la parte del Garden no pude reirme más, lo de nuestro novio, los vidrios, el por que lleva los pantalones cagados, todo eso, me hizo reír muchisimo.
    Luego esta la furcia de turno, Katia. Argg, no sabes como la odio,menos mal que Justin no se la follo ( otra cosa que la diferencia de otras novelas) si no que paso de ella y la puso en su sitio. Igual que en los premios, no es la tipica novela en la que Justin se enfada por que ella se va o algo así, no, el va y trata de entenderla.
    Lo que me mata es pensar en cuando se tengan que separar, en serio, en esa parte voy a llorar muchisimo, lo sé, me estoy viendo venir.
    Y ahora esto, en la fiesta, dios, esque haber yo tengo a Justin de esa manera y me lo llevo a casa y lo tengo haciendo 1313 toa la puta noche, en serio. ¿Como esta tan bueno?¿Como es ella tan dificil?
    Buah la historia en general me encanta. Te lo digo en serio.
    Me haces vibrar, haces que con cada palabra que leo, mis ganas de leer sigan aumentando y lo más importante de todo, me haces evadirme un poco de lo que pasa en la vida real y por un momento puedo pensar que yo soy ______ y que estoy así en los brazos de mi principe.
    En serio,tia, me ha encantado. Cuándo subas avisame por que me encanta.
    Atte: @cyruskidrauhlx

    ResponderEliminar
  2. DIOS!!!!! Asdfghjkdsfh ♥ Pienso exactamente lo mismo que @cyruskidrauhlx, exactamente lo que dijo ella!!!!
    Atte: @leligravagna :3
    Saludos desde argentina!!

    ResponderEliminar