sábado, 16 de noviembre de 2013

Capítulo 40 - Inalcanzable.

{Capítulo 40}
En todos los años que llevaba en mi carrera profesional, había desarrollado la increíble habilidad de desconectar por completo de los gritos de desquicio que daba mi coreógrafo, Nick DeMoura cuando los bailarines no estaban, lo que se dice, muy por la labor de coordinarse.
- Descanso. - pedí levantando la mano al terminar la canción con la respiración entrecortada.
- Muy bien, tú, tú, tú, tú y tú, venid conmigo que vamos a tener una charla sobre lo que os pasará si no espabiláis y comenzáis a rascar la perfección, - dijo apuntando a algunos de los bailarines, entre ellos Nora, que echaba su pelo rizado hacia atrás recogiéndoselo y despejándose la cara. Su expresión se tornó a una completamente indignada al ver que Nick la había señalado. - porque si la jode uno sólo, la actuación se echa a perder. Los demás, descanso de cinco minutos.
- ¿Me estas vacilando? ¿Me despiertas a las seis de la madrugada en mitad de mis vacaciones y me pones pegas sobre mi forma de bailar? Yo soy una profesional. - levantó la voz mientras Anna reía a sus espaldas haciendo estiramientos. - ¡Justin!
Puse los ojos en blanco y me volví hacia a ellos que me miraban cruzados de brazos esperando a que me pusiera de parte de alguno.
- Enséñale cómo se hace, Nick. - sonreí divertido pasando por el lado de Nora en dirección a mi mochila que descansaba en un rincón de la pista junto con la de los demás bailarines, me acerqué al oído de Nora que había abierto la boca a modo de fastidio. - Esto por entregarme a Scooter en Nueva York, yo nunca olvido, bonita. - susurré dándole un par de palmadas en el hombro.
- Hijo de la gran...
- Ya has oído, acompáñame Nora, ahora. - ordenó mi coreógrafo con una sonrisa de suficiencia.
Negué con la cabeza sonriendo, alejándome de la discusión que había vuelto a dar lugar y cogí una pequeña toalla que había dejado sobre mi mochila para secarme el sudor del cuello con ella. La colgué en mi hombro mientras rebuscaba el teléfono móvil entre mis cosas y me senté en el suelo cuando dí con él, dispuesto a llamarla. Eché un vistazo a la hora, las nueve de la mañana, quizás ya se hubiese despertado, así que la llamé sin poder evitar una sonrisa.
Lo cogió al tercer toque.
- ''Buenos días, chico trabajador, ¿cómo van esos ensayos?''
Mi sonrisa se ensanchó.
- Buenos días dormilona, algo duros, pero se llevan. - levanté la mirada cuando el fuerte sonido del instrumental de As Long As You Love Me ahogó mi voz y ví que Nick estaba sometiendo a los bailarines a un examen individual. Me levanté para salir de la inmensa habitación y me senté en el suelo del pasillo. - ¿qué tal estas? te echo de menos.
Escuché el pequeño temblor en su respiración y aquello me hizo sentir satisfecho.
- ''Muy bien, la verdad, aunque podrías haberme avisado de que Alfredo se iba a presentar en casa esta mañana, ya no eres el único que me ha visto desnuda.''
Entreabrí los labios completamente anonadado y hasta me incorporé un poco despegando la espalda de la pared.
- ¿Qué?
Se escucharon risas en respuesta y logré distinguir la voz de Alfredo un poco más alejada.
- ''No bromees con eso porque después me tocará dormir con Tuts''
- ''Eres un tonto.'' - ella volvió a reír y yo respiré con tranquilidad dejándome caer en la pared. - ''Aún así, avísame la próxima vez, porque tiene llaves y el susto que me ha dado verle en la casa no ha sido normal.''
- Lo siento nena, iba a decírtelo antes de que me distrajeras, pero insistías en que utilizara la boca para otra cosa. - mojé mis labios tratando de no reírme aunque no parecía haber nadie en el pasillo.
Un largo silencio me indicó que mi intento de picarla había dado resultado y no pude evitar soltar una pequeña carcajada esta vez. No me cansaba de aquello.
- ''Eres lo peor, Justin''
Apoyé la cabeza en la pared con una expresión divertida.
- ¿Llevas mucho tiempo despierta?
- ''Desde las siete y media, me he dado un baño, me he vestido, he desayunado y ha aparecido este pobre sintecho.'' - en aquel momento apareció Scooter caminando a paso ligero y me hizo señas para que le siguiese, yo le indiqué que esperase un rato y él me señalo la salida antes de irse. - ''¿Y tú? ¿Habéis avanzado? ¿Le digo a Alfredo que me lleve? Así no tienes que salir ni interrum...''
- No, no, no hace ninguna falta, de verdad, quiero ir yo a recogerte. - afirmé apresuradamente sintiendo algo de pánico. Aún no me había cruzado con Katia, y si estaba allí, debía hacer que se largase antes de que _____ pudiera verla. Lo único que me faltaba para volver a enfriar nuestra relación era que descubriese que mi exnovia se venía de gira conmigo mientras ella, en cambio, necesitaría conexión a internet y una buena tarifa de llamadas internacionales para poder contactar conmigo. - Aún me queda un poco, tú prepárate y ya mismo estaré allí con el coche.
Lo último que quería hacer era ganarme su desconfianza después de toda la bronca de ayer. Tan sólo tenía que mantener a aquella bruja lejos de _____ el tiempo suficiente para que ella no fuera consciente de su estancia con nosotros una vez que se hubiera marchado a Canadá, así no se preocuparía y yo podría salir intacto de todo aquel marrón.
- ''Oye, Bieber, ¿soy yo o estas intentando hacer que no vaya a ese ensayo?'' - su dulce risa destensó un poco la sensación de apuro que acababa de atravesarme.
Me mordí la cara interna de mi mejilla. Mierda.
- Eres tú... quiero ir yo porque... - pensé a la velocidad de la luz. - porque Alfredo es malísimo al volante y estaré más tranquilo si te traigo personalmente.
Hubo un corto silencio que sin embargo, se me hizo duramente interminable.
- ''Bueno, pues te espero aquí entonces, no te machaques demasiado, eh. Yo también te echo de menos.'' - y tras un par de despedidas y algo de resistencia por tener que colgar, finalizó la llamada.
Dejé el teléfono en el suelo y dejé caer todo mi peso contra la pared exhalando un profundo suspiro. ¿En qué mierda me había metido? Debería llamarla y contárselo, o mejor, llevarla a los ensayos y que la viera, al menos no tendría que pasar por toda aquella culpabilidad.
Me tomé unos segundos para dejar la mente en blanco cuando recordé a Scooter y me puse en pie de un salto caminando hacia la salida apresuradamente.
Encontré a mi mánager y a Dan junto con un grupo de personas entre las cuales se encontraba Ariana y me acerqué esbozando una débil sonrisa.
- Oh, aquí esta por fin, Justin, - avisó Scooter volviéndose hacia a mí- ella es Joan, la madre de Ariana, y él es Edward, su padre. - me presentó señalando a los padres a los cuales estreché mi mano tratando de transmitir confianza. - Han venido desde Florida junto con el resto de la familia para asistir al concierto de esta noche, ya les he dicho que no saldrán para nada decepcionados.
- Por supuesto, se llevarán una buena impresión, su hija no podría haber encontrado a un equipo mejor que el nuestro para salir de gira, puedo garantizarlo. - sonreí finalmente guiñándole rápidamente un ojo a Ariana que ensanchó su sonrisa al instante y miró a sus padres para comprobar si me había ganado su aprobación.
- No dudamos de ello, Justin, tengo muchas ganas de veros cantar a los dos esta noche, estoy muy emocionada por nuestra pequeña, gracias por abrirle tantas puertas. - espetó Joan abrazándola lateralmente, asentí sonriente sin poder evitar algo de inquietud, no parecía haber rastro de Katia, aquello me relajó notablemente. - Aunque no puedo evitar estar algo preocupada, verás, ella no suele pasar más de una semana sin necesitarme para cualquier cosa.
- ¡Mamá! - rió Ariana hundiendo su rostro entre sus manos.
Esbocé una media sonrisa al contemplar la tierna escena familiar, mis pensamientos en aquel momento se concentraban en que ya podía ir en busca de _____ con tranquilidad.
- Y por cierto, ni la he avisado con las ganas que ella tenía de verte. - dijo entonces Ariana dirigiendo su mirada a todas partes en busca de algo.
- Estará otra vez de pelea con tu tío, Ari, para variar. - la miró su padre.
Entreabrí mis labios dispuesto a preguntar a qué e referían cuando su voz a mis espaldas lo hizo innecesario.
- ¡Por fin estas aquí!
Cerré los ojos exhalando un breve suspiro, la pesadilla había comenzado, sólo podría salir ganando si fingía que no me afectaba lo más mínimo su dichosa presencia. Esbocé una sonrisa forzada y me volví hacia a ella que, para mi sorpresa, se lanzó hacia a mí abrazándome.
- Cuánto tiempo, Justin.
- H-hola. - tartamudeé sin saber cómo debía reaccionar ante aquello.
-¿Os conocíais? - Ariana nos señaló entreabriendo sus labios con una expresión de sorpresa.
- Claro, somos viejos amigos, ¿verdad? - esbozó una amplia sonrisa que me puso el vello de punta.
- ¿Por qué no me lo contaste?
- Porque era algo más bien entre él y yo. - le respondió a su prima agarrándose a mi brazo.
Tragué saliva ante éste último comentario, todos se habían quedado en silencio mirándonos a excepción de Scooter, que miraba a Katia aún sin salir del shock. Dan reaccionó y me agarró del brazo alejándome un poco de los demás.
- ¿Se puede saber qué esta haciendo aquí tu exnovia? - susurró.
- Me enteré ayer mismo, al parecer es la prima de Ariana.
- ¿La acoplada que nos acompaña en la gira?
Asentí y él abrió mucho más sus ojos, se quedó unos segundos pensativo y Scooter carraspeó un poco haciéndonos recordar que la familia de Ariana seguía allí. Nos observaban con curiosidad a excepción de Katia, cuya sonrisa comenzaba a inquietarme.
- Lo siento, ¿les importa acompañarme? les mostraré el camino desde el hotel hasta el recinto en la sala de reuniones. - les calmó Scooter volviendo a centrar en ellos su atención.
Sacudí mi cabeza cuando todos se alejaron y me dispuse a volver a los ensayos pero la idea de acabar con todo aquello me golpeó como un mazo y agarré el brazo de Katia antes de que pudiera unirse a su familia. Ella se giró y me miró confusa.
- ¿Podemos hablar? - dije con seriedad.
- Quieres... hablar. - confirmó ella con una leve sonrisa. - De acuerdo, ¿dónde hablamos? - preguntó recalcando esta última palabra como si se tratara de alguna especie de lenguaje en clave.
- Va en serio, Katia, ¿vienes?
- Pues vale. - echó su pelo hacia atrás y caminó hacia el interior del edificio, yo la seguí por detrás exhalando un breve suspiro de desesperación. Aquello se me estaba llendo de las manos.
La acompañé hacia los vestuarios de los bailarines y ella se sentó en uno de los bancos cruzándo sus piernas y me observó durante unos segundos.
- Estas bastante bien desde que lo dejamos, creo que me estoy arrepintiendo. - decía mientras me examinaba con la mirada de arriba a abajo.
Poco a poco la rabia me fue invadiendo, apreté los puños y traté de calmarme ignorándo su comentario.
- Vale, ya esta bien, te he traído para decirte que una gira se hace muy larga, se pasan por muchas ciudades de muchos países y a veces es duro ¿sabes? - ella se encongió de hombros en señal de aburrimiento. - Lo que quiero decir es que lo único que me faltaba es tenerte todo el tiempo pegada a mí cuando últimamente no tengo ganas de verte ni en pintura.
- No hace falta ser irrespetuoso. - enarcó una ceja.
- ¿Irrespetuoso? ¿Vas a hablarme tú sobre faltar al respeto? - solté una amarga risa. - Por si no lo has notado desde que volviste a recordar mi existencia no haces más que joderme, Katia, me dejaste hecho una mierda, no pienso dejar que vuelvas a hacerlo, nunca debí tragarme todas las gilipolleces que me hacías creer sobre nosotros, soy humano, no un maldito juguete. - Ella había borrado la sonrisa y me escuchaba sin hacer un sólo movimiento. - Sabías que me estaba enamorando de ti y aún así seguiste dándome falsas esperanzas, no fuiste capaz de esperarme, ¿sabes lo jodido que me dejaste? ¿tienes idea? - mi respiración había comenzado a agitarse y decidí calmarme un poco antes de seguir hablando.
- Yo no... - susurró.
- Lo peor de todo es que conseguí afrontar los hechos, me autoconvencí de que jamás hubiera salido bien y pude superarlo, pasé tiempo sin querer tener nada que ver sobre el amor, no apareciste por mi vida ni por tan sólo un jodido segundo hasta que conseguí encontrar a otra persona, con una diferencia enorme, y es que ella sí me correspondía. - la interrumpí. - Y desde que he ido descubriendo que de nuevo otra chica había conseguido atraparme y he comenzado a intentar ser feliz de nuevo, has llegado y no has parado de poner piedras sobre el camino ni un puto segundo, sin razón aparente. Llegaste y decidiste que podías volver a jugar conmigo. Katia, he crecido, he madurado y he aprendido a base de daños, no vas a volver a joderme porque simplemente no voy a dejar que eches a perder lo que tengo con ella, porque me hace sonreír y me hace sentir bien siempre que estoy con ella, me hace sentir agusto y sé que puedo confiar en ella, que es una cualidad que escasea bastante en las personas que me rodean, y a diferencia de ti, lo consigue hasta con la ropa puesta. - tragué saliva notando en inmenso nudo que se había formado en mi garganta. - ¿Por qué me haces esto? ¿qué he hecho para merecerlo? ¿superar lo nuestro? ¿es eso lo que te ha jodido? ¿ver que no me tenías comiendo de tu mano? Tienes a miles de chicos dispuestos a aguantarte por un jodido polvo, ¿qué coño haces perdiendo el tiempo conmigo? ¿Has venido aquí por Ariana o para intentar hacer que rompa mi relación?
- Suficiente. - cortó desviando su mirada.
La miré durante unos segundos esperando a que intentara defenderse, a que comenzara a enumerar una tras otra su interminable lista de quejas o incluso que volviera a sacar aquella irritante sonrisa pero nada pasó, en aquella habitación sólo podía escuchar mis propios latidos después de haberlo soltado todo. Viendo que no tenía nada que decir me giré dispuesto a volver a los ensayos pero su voz sonó a mis espaldas.
- Lo siento.
Aquello sí que no me lo esperaba.
- ¿Qué? - me giré.
- Sólo tenías diecisiete años, no pensé que fuera a provocar tanto daño. - agachó la cabeza y yo fruncí el ceño observándola. - No quiero hacerte la vida imposible, Justin, aunque no me creas, tú también fuiste y aún eres muy importante para mí. Por nada del mundo querría ver cómo te derrumbas por mi culpa, y no tenía ni idea de que esa chica significase tanto para ti.
- Pues significa, y mucho. - dije vacilante, aquello me había resultado demasiado extraño.
- Si así lo prefieres abandonaré la gira, desapareceré de tu vida y no tendrás que verme más. Siempre puedo ver a Ariana por la televisión, lo que cuenta es que tú te sientas cómodo.
Reflexioné unos segundos mientras ella continuaba excusándose y levanté la mano en señal de que podía parar de hablar.
- Tranquila, no tienes por qué irte de la gira si quieres seguir con tu prima, pero recuerda bien lo que has dicho. - dije por lo bajo.
Katia se levantó de donde estaba sentada y caminó contoneándose en sus vaqueros ajustados hasta llegar a mí abrazándome. No supe muy bien cómo reaccionar y finalmente correspondí a su abrazo incómodo.
- Lo siento tanto, Justin. - apoyó su mejilla en mi hombro y carraspeé un par de veces.
- Ya, vale, no te preocupes. - di un par de palmadas con suavidad en su espalda y me separé un poco, ella suspiró pesadamente.
- Verás qué bien nos lo pasaremos viajando, nunca había acompañado una gira. - soltó una risita y mojó sus labios acomodándose el pelo a un lado y buscó mi mano con la suya.
Antes de que le diera tiempo a hacer nada más me dirigí a la puerta abriéndola.
- Seguro que sí, pero ahora debo volver a los ensayos.
Ella salió de los vestuarios y me miró bajo sus largas pestañas.
- Entonces, ¿amigos?
-Amigos... - asentí y cerré la puerta a mis espaldas. - Por cierto, ¿podrías mantenerte lejos de aquí hasta la actuación de esta noche? Lo digo porque preferiría avisar a ____ con antelación de que... nos acompañas y demás.
Ví cómo luchaba por contener su sonrisa sin conseguirlo, entonces recordé su increíble facilidad para manejar a las personas a su antojo y cómo me había hecho creer lo que ella había querido durante más de un año. No esperaba un cambio espontáneo en ella, pero tampoco que pudiera llegar a ser tan hipócrita.
- Por supuesto, volveré al hotel y nos veremos esta noche, te desearé suerte antes de que salgas al escenario. - se acercó y plantó un beso en mi mejilla antes de comenzar a dirigirse a la puerta con un caminar bastante ensayado. - Como en los viejos tiempos.
- Adiós.
- Adiós, Justin, y oye... - se volvió hacia a mí una última vez esbozando su tan típica sonrisa seductora. - estas muy guapo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario