{Capítulo 54}
Poco después había intentado llamar a Jace, él en cambio sí que me había contestado pero sus palabras exactas habían sido ''Sí mamá, ahora mismo no puedo hablar, estoy en el coche con Helena'' y me colgó dándome a entender que estaba ''bajo custodia'' de ambas chicas.
En aquel momento me llamaron para hacer las entrevistas y le dejé un rápido mensaje pidiéndole que me llamara cuando pudiera. Supe entonces que iba a continuar con el plan.
- Señor Bieber, ¿quiere que te traiga una botella de agua mineral? - me preguntó uno de los organizadores.
Le miré y negué con la cabeza agradeciéndoselo marcando entonces el número de Christina.
- ''¿Diga?''
- Menos mal que tú sí me lo coges. - sonreí aliviado incorporándome en el cómodo sillón donde iban a continuar entrevistándome más tarde.
- ''Es que en esta hora tengo mates y...'' - imitó el sonido de una pedorreta con la boca como si de aquella forma lo diera a entender a la perfección.
- Oye, necesito que me hagas un favor.
- ''Cuéntame''
- ¿No me pones pegas? - pregunté alucinado. - ¿Acaso no has estado con ____, Helena y Jace?
- ''No los veo desde anteayer, pasé con Ryan el día y hoy me vine sola al instituto, ahora en el cambio de clase supongo que hablaré con ellos''
- Vale, pues necesito que me digas alguna forma de contactar con el primo de ____, estoy preparando una sorpresa.
- ''¿De Will? ¿para qué?''
- Ya te lo contaré, ¿puedes hacer algo?
- ''Ahora te envío su móvil en un mensaje, pero te advierto que ese chico es capaz de vender tu número por conseguir unos cuántos de dólares, es un pequeño demonio''
- Gracias, y necesito que hagas otra cosa por mí.
- ¿Otro favor?
- Sí. - dije esbozando una media sonrisa - Tus amigas no pueden enterarse de que hemos hablado, no sé qué demonios le pasa a Brooks pero se ha empeñado en que no voy a hablar más con ella, y por todo esto de la distancia me da miedo forzar las cosas, necesito hablar con ella cara a cara, y con cara a cara me refiero al Skype pero a lo que iba... - froté mis ojos sintiendo que se me cerraban por el cansancio, no era la primera noche que había pasado en vela pensando en sus enfados. - necesito hacer que sea ella quien se ofrezca para arreglar las cosas o soy capaz de echarlo todo a perder, ¿me apoyas?
- ''Nada de decírselo a las chicas, entendido'' - escuché varios gritos de niños más pequeños de fondo y me pregunté dónde podría haber ido. - ''¿Y si me intentan convencer de que eres un capullo? porque si ninguna te habla sera porque...''
- No las creas, - interrumpí convencido- no entiendo ni yo lo que esta ocurriendo, quiero que ella me lo explique.
- ''Muy bien, pues ahora te mando el número, Biebs''
- Eres la mejor. - y colgué.
Los minutos en los que tardó mi teléfono móvil en avisarme de que había recibido un nuevo mensaje se me hicieron eternos, comenzó a haber movimiento en el interior del plató en el que iba a continuar la entrevista tras la publicidad y me apresuré en añadir a Will a mis contactos para poco después mirar que, efectivamente, estaba conectado a WhatsApp.
Yo: Will, soy Justin, necesito que hagas algo por mí, y si lo haces y no difundes mi número de teléfono te reglaré el coche del que hablamos. 9:23am.
Will: hecho, dime qué quieres que haga. 9:24am.
Sonreí instintivamente, qué manejable.
Yo: necesito que al salir de clase evites que tu prima toque cualquier aparato con el que pueda acceder a twitter hasta la noche, ordenador, portátil, móvil... todo. 9:24am.
Will: ¿por qué? 9:24am.
Yo: es una sorpresa, ¿lo harás? 9:24am.
Will: lo quiero gris metalizado, y tapicería de cuero. 9:24am.
Arqueé ambas cejas en una expresión divertida justo a la vez que la alarma del plató sonó para anunciar que iban a comenzar a grabar de nuevo.
- ¿Estas listo, Justin? - sonrió el presentador del programa con una dentadura de lo más blanqueada mientras tomaba asiento en la cómoda butaca que había tras la enorme mesa.
Le devolví una sonrisa fugaz.
- Claro. - asentí mientras volvía a guardar mi teléfono móvil en el bolsillo de mis pantalones.
Tras unos minutos de maquillaje y peluquería, el director comenzó pronunciando la cuenta atrás que desembocó en la melodía de entrada y mojé mis labios incorporándome en el pequeño sofá. Debí haber bebido agua.
- Pues aquí seguimos con Justin Bieber, increíble pero cierto, un chico de tan corta edad que haya llegado tan lejos por sí solo.
- Gracias. - dije con sequedad.
Me había dado cuenta desde hacía rato, estaba incómodo en aquel lugar. Aquel era el típico programa en el que simplemente sacaban la foto del CD del artista y toda la entrevista trataba acerca de su vida personal.
- Muy bien Justin, hemos hablado sobre la dureza que supone ser tan conocido, has compartido experiencias que casi nadie sería capaz de soportar, pero ahora dime, se han oído varios rumores, ¿qué puedes decirnos acerca de tu situación amorosa?
Había echado el peso sobre la mesa apoyándose en sus antebrazos y me miraba sin pestañear, guardé silencio durante unos segundos, quería que volviese a crear el mismo escándalo que ayer pero en su programa. De nuevo, volví a sentirme como una marioneta cuyos hilos eran movidos solamente por ellos, de nuevo volvían a tomar las riendas dejándome contra la espada y la pared, y esta vez no podía escapar, y esta vez no estaba ella tras las cámaras con su sonrisa de apoyo.
No. De ninguna manera, las cosas iban a cambiar a partir de ahora.
- ¿Sabe? Como artista no sólo me enfrento a rumores absurdos ni soporto a los paparazzi día y noche, no sólo tengo una vida amorosa expuesta a cualquiera que abra una revista de cotilleo, también canto un poco, y actúo, es más, por si no lo sabía, vine aquí para dar conciertos, para compartir mi música que es para lo que me hice cantante, ¿comprende? yo simplemente se lo dejo caer.
Se hizo un silencio sepulcral, desvié mi mirada del presentador que se había quedado prácticamente sin habla y la dirigí a la zona de las cámaras. Scooter me miraba con una pequeña sonrisa dibujada en el rostro.
·Narra ____ ·
- Allí esta, ¡es ella!
Me quedé prácticamente boquiabierta al ver a todos aquellos fotógrafos que pasaron de estar tranquilamente sentados a la espera en frente de mi casa a correr en mi busca. Tenía ganas de echar a correr en la dirección contraria, aquello realmente aterrorizaba.
Me quedé muy quieta hasta que todos ellos me rodearon aturdiéndome una vez más entre flashes y empujones, mirándolo por el lado positivo, no eran ni la mitad de los paparazzi que había en Los Angeles.
Comencé a caminar con dificultad en dirección a casa mientras escuchaba sus gritos a mi alrededor.
- ____, ¿podrías contarnos tu versión de la historia?
- ¿Es cierto que Justin ha cortado contigo por la denuncia?
- ¡Agresora de mierda!
- ¿Pegaste a Katia por tener parentesco con Ariana a causa de los celos o simplemente por acostarse con Justin?
- Eres una maldita puta, deja a Justin tranquilo.
- ¿Sigues con Justin?
- ¡_____! ¡Mira hacia aquí!
- ¿Cómo te sientes después de haber roto a una pareja como Ariana y Justin?
Punzada en el estómago.
- ¡Cuenta tu versión de la historia!
- ¿Cuánto te ha hecho pagar la modelo por haberla agredido?
Tiraban de mi ropa empujando sin piedad, parecía que querían hacerme daño, ellos me verían como una estúpida que les daría algo con lo que rellenar sus revistas. Eran todos contra mí sola, soltaban todo tipo de insultos sin venir a cuento, querían que me desquiciase, ¿acaso pensaban que no tenía sentimientos?
La respiración me iba cada vez más acelerada, en el momento en el que entrara por la puerta sus voces continuarían resonando en mi cabeza hasta sabe Dios cuándo, no podría llamar a Justin para que me calmase, ni si quiera me veía capaz de llamar a Ryan para que viniese a casa.
- ¿Cuánto te paga Bieber por los servicios?
- ¡Puta! ¡puta! ¡puta! - comenzaron a gritar muy cerca de mi oído. Era como si quisieran que me volviese loca delante de las cámaras, que volviese a ser una ''agresora'', pero era tan débil que sólo tenía ganas de echarme a llorar allí mismo. - ¡Eres una zorra!
- ¿Para qué vas a usar la fama que te ha dado Justin?
- Para sacar adelante un programa de cocina matutino, ''Las mañanas al horno'' - sonreí falsamente mirando al cámara que me había gritado aquello y abriéndome paso a empujones.
- Eso córtalo. - escuché varios susurros a mis espaldas.
- ¡Deja que Ariana y Justin puedan estar juntos!
- ¿Desde cuándo eres una cazafortunas?
Un par de chicas se pusieron a mi lado haciendo una rápida foto con la cámara interna de su teléfono móvil y saqué las llaves de casa de mi bolsillo sintiendo el temblor de mi mano, la sensación de agobio no hacía más que crecer.
- ¿Por qué evitas las preguntas, ____?
- Zorra, ¡eres una maldita impresentable!
Libraba una batalla contra mí misma por dejar de temblar, no era capaz de acertar con la llave en la cerradura, mordí fuertemente mi labio inferior mientras sentía mi corazón latir a tresmil por hora, necesitaba gritar, empujarlos lejos de mí, huir de aquel sitio, me tenían atrapada contra la puerta de mi propia casa y era incapaz de abrirla. Sentí que los ojos se me llenaban de agua, al siguiente pestañeo estaría llorando.
Casi me di por vencida cuando la puerta se abrió de golpe y alguien me atrajo hacia dentro cerrando con un fuerte portazo, aún podía apreciarse todo el ruido que formaban los paparazzi. No levanté la mirada, simplemente me bastó con ver aquella sudadera hortera de superhéroes para saber que se trataba de mi primo y le eché los brazos al cuello estallando en lágrimas y desahogándome en su pecho. Poco a poco fui notando cómo las piernas comenzaban a fallarme y me dejé caer al suelo lentamente en los brazos de Will. Ambos terminados sentados sobre el suelo justo al lado de la puerta, siendo testigos de cómo poco a poco las voces que había tras ella se iban apagando.
- Tranquila... ¿estas bien? - susurró acariciando mi espalda.
Agarré fuertemente su sudadera mientras hundía el rostro en ella negando con la cabeza, tal y como había previsto, todo se me había echado encima y lo peor es que estaba completamente sola.
~
- Di lo que quieras, pero sigo pensando que deberías aclarar todo con Justin, y si es verdad que te ha estado engañando al menos lo sabes a través de él. - dijo Will mientras se acercaba al sofá donde yo estaba envuelta en una manta trayendo consigo una taza de chocolate caliente para mí.
- La cosa es que ya lo sé a través de él, lo dijo por la radio, era su voz, era él.
Suspiré aceptando la taza y dejando que el calor se transmitiera a las palmas de mis manos acurrucándome mientras mi primo se sentaba a mi lado observándome.
- Aún así pienso que es algo que deberías hablar directamente con él.
Mojé los labios en el chocolate quedándome pensativa durante unos segundos.
- Me han dicho de todo ahí fuera, tengo miedo de que os pueda pasar algo malo a tía Caroline o a ti por mi culpa.
- Eh, no va a pasarnos nada.
- Dios, no quiero ni pensar en qué se estará diciendo en las redes sociales, ¿habrá escrito Justin algún tweet relacionado con el tema? - pregunté en voz alta mientras rebuscaba en los bolsillos de mi pantalón sin éxito. - ¿y mi móvil?
- Ni idea... - musitó Will mientras yo me levantaba del sofá para ver si se me había caído.
- No puede ser que lo haya perdido, tenía todos mis contactos ahí guardados, levántate un momento. - le pedí. - Quiero ver si se me ha caído por el sofá.
- ¿Sabes qué? es mejor que estes sin móvil, así no tendrás la tentación de meterte en twitter, ¿quieres jugar conmigo a la Xbox? - sonrió.
- Gracias Will, pero no puedo evitarlo siempre, si algo he aprendido es a no dejar que me ganen en cosas así, además... - se me quebró la voz. - pronto me dejarán en paz, ya que voy a dejarle vía libre a Justin para que vuelva con Ariana.
- ¿Qué clase de tontería es esa?
- Todo el mundo dice que soy un estorbo, es lo que dio a entender Justin en aquella entrevista. - me encogí de hombros sintiendo que las lágrimas volvían a llamarme.
- Pero... - exclamó hundiendo la cara entre las palmas de sus manos. - me estas sacando de quicio, vamos a ver alguna película y después, te juro que te vas a sentir mucho mejor.
- No jures con algo sobre lo que no tienes ni idea, Will. - susurré mirándole con cariño, era obvio que quería hacerme olvidar todo por lo que estaba pasando.
- ____, nunca juro si no estoy seguro de ello, sabes que con eso no bromeo, cree en mí por una vez en tu vida, te lo pido por favor. - dijo sin levantarse del sofá si quiera.
- Pero es que no me voy a sentir mejor, las cosas no van así.
Me senté a su lado una vez más aproximándome a él y enrollándome mejor en mi manta de franela, no podía evitar esbozar una minúscula sonrisa al ser testigo de cómo lo intentaba.
- No pierdes nada por intentarlo.
Eso sí era cierto, aunque sólo fuese por olvidarme de todo en la hora y media que podría estar concentrada en la película, merecía un descanso, además, ¿cuánto tiempo hacía que mi primo no me proponía hacer algo juntos?
Sin más palabras, volví a acomodarme a su lado dejando que tomase el mando a distancia pasando uno a uno los canales hasta que dimos con la tercera película de Parque Jurásico.
La película transcurrió interesante, me ayudaba bastante, aunque sabía a la perfección que una vez que estuviese terminada, volvería a mi habitación a dejar que una vez más la mente me la jugase.
En los últimos minutos de la película, Will no dejó tranquilo su teléfono, no dejaba de revisarlo cada dos segundos, me estaba poniendo nerviosa, hasta que por fin dieron paso los créditos de la película dejando el final de la película abierto.
Giré la cabeza hacia mi primo apoyando la mejilla sobre el cuero del sofá. Él levantó la mirada de la pantalla de su móvil hacia a mí esbozando una dulce sonrisa.
- ¿Qué tal?
Tardé unos segundos en comprender que se refería a su anterior juramento. Yo simplemente me encogí de hombros devolviéndole una débil sonrisa para no decepcionarle demasiado y él rió levemente. Tal vez no viera que seguía igual de deprimida que antes, tampoco quería que lo viese, todo aquel lío había ocurrido por mi culpa, la mía no era una familia acostumbrada a los escándalos, siempre habíamos vivido los tres tranquilos, alejados de cualquier caos, éramos personas que se pasaban de normales, por mi culpa ahora ellos tendrían que cargar con algo que ni habían buscado.
- Me estoy clavando algo aquí debajo que... - se interrumpió a sí mismo mientras se removía en su asiento entre quejidos, con una mano sacó mi móvil de debajo de sí mismo. - Anda, mira lo que he encontrado en mi trasero.
- Dios, eres asqueroso. - reí arrancándoselo de las manos.
Una fuerte sensación parecida al miedo me invadió de pronto al observar aquel teléfono en mi mano, realmente la película me había conseguido evadir durante un rato.
En aquel instante sólo tenía ganas de ignorar todo lo que ocurriese a mi alrededor de desentenderme por completo como si toda aquella locura de los últimos meses sólo se hubiera tratado de un sueño, todo había salido del revés y lo que se suponía que sería una bonita historia con la persona a la que había admirado durante años y que me había dejado amarle, se había convertido en una pesadilla llena de mentiras y de maltratos psicológicos.
- Mis amigos me han dicho que mire twitter, que esta pasando algo gordo, ¿lo abrimos juntos? - musitó Will desde mi lado mirándome a los ojos. - Así no estarás sola si se trata de algo malo.
Entreabrí mis labios queriendo decir algo pero no salió ni una sola palabra por mi boca, sentí cómo el corazón volvía a retomar el ritmo alocado que había sufrido horas antes rodeada de periodistas, sólo que esta vez en lugar de presión, era puro miedo.
Quizás el hecho de tener a Will a mi lado suavizase un poco las cosas, tenía demasiadas ganas de apagar el móvil y aislarme por completo, pero eso supondría una tortura que se alargaría durante toda la noche.
Con el corazón en un puño asentí y desbloqueé mi móvil dejando que Will se acercase a mí, mentiría si no admitiese que estaba prácticamente temblando. Rápidamente pulsé el icono de twitter y el dedo de mi primo se coló de por medio pulsando la ventana donde se veían las tendencias del momento, los llamados trending topic.
Mi respiración se cortó al ver aquello y una fuerte sensación me sacudió enviándome pensamientos contradictorios. Me tapé la boca que se había abierto inconscientemente sin poder disimular mi asombro.
Tendencias Globales:
#JustinEsUnImbecilQueTeEchaDeMenos
#JustinAmaALaAburridaDeBrooks
#LasBeliebersAmamosAJustinY____
#LasBeliebersApoyamosA____
Solté una breve risa incrédula y cliqué sobre mis notificaciones.
''¿Quién mejor que una de nosotras para hacer a Justin feliz? Nosotras te cubrimos las espaldas #LasBeliebersAmamosAJustinY____''
''Si todo el mundo esta contra ella, significa que estan contra todas nosotras #LasBeliebersApoyamosA____''
''Dejadla en paz, sólo hace feliz a vuestro ídolo, tienen derecho a la privacidad y los medios seguirán si nosotras seguimos #LasBeliebersApoyamosA____''
''No le hagas daño #JustinAmaALaAburridaDeBrooks #JustinEsUnImbecilQueTeEchaDeMenos''
''¡Sois la pareja más cuca del mundo! #JustinEsUnImbecilQueTeEchaDeMenos''
Continué leyendo sin parar, sin poder creerme lo que estaba ocurriendo, esas cosas no pasan, tengo que estar soñando, casi no había gente en contra de todo aquello por mis notificaciones, eran todas Beliebers, la mayor parte había cambiado su nombre con pequeñas frases de apoyo, pequeños mensajes de Justin, no podía ni quería dejar de leerlos, comencé a retwittear cada uno de ellos y mis notificaciones explotaron, cada vez había más gente. Entré rápidamente en el perfil de Justin y vi que estaba conectado, retwitteando también a todos aquellos que utilizaban los distintos hashtags y rodé sus tweets hacia los más antiguos viendo una serie de instrucciones que había publicado aquella misma tarde.
Con el corazón en un puño vi cómo explicaba que no me encontraba en la mejor situación del mundo, se tomó la libertad de decir que estábamos separados en países diferentes y necesitaba la ayuda de todas ellas para solucionar los problemas que había tenido recientemente, no dio demasiados datos, tan sólo dijo que necesitaba que todos le ayudaran a hacer que volviera a sonreír, escribió dos hashtag y prometió que si le ayudaban a hacerlos tendencias globales, seguiría a todo aquel que participara en él hasta que él mismo alcanzara el límite.
Tan sólo había pedido hacer tendencia los dos primeros, en el cual decía que me echaba de menos y en el que me amaba.
- Madre mía. - dije entre pequeñas risas mientras sentía los ojos llorosos.
- Ha hablado conmigo para que evitase que pudieras coger el móvil, decía que quería prepararte algo grande.
- ¿Cómo ha conseguido...? - no me había dado cuenta de que estaba agarrando la manta con todas mis fuerzas, tal vez para asegurarme de que no se trataba de un sueño. - Estan todos... mira los mensajes que mandan. - susurré sin poder creerlo aún.
- ¿Acaso es nuevo para ti? - sonrió mi primo. - ¿Y todas esas veces que pasaban las horas muertas pegada a twitter? ¿qué es lo que hacías? - le observaba hablar con una enorme necesidad de reír, aquello jamás se me habría pasado por la cabeza. - Supongo que te aceptan por el hecho de que no te consideran alguien superior, por Dios, ____, tu foto es la que te hiciste con ese pase VIP raro, no tienes una foto tomada desde su jacuzzi con su ferrari en el fondo, eso es lo que te diferencia de las demás ex que ha tenido ese chaval, eres una del montón, alguien con quien ellas pueden hablar de tú, pasabas horas hablando con esas desconocidas, yo aún te sigo considerando una loca desquiciada, joder tienes todos sus malditos discos, venga ya.
Pestañeé un par de veces conteniendo a duras penas las lágrimas de emoción y volviéndome al instante cuando el móvil avisó de que había nuevos tweets en el perfil de Justin, al principio era un par de retweets, después leí el suyo.
''Sólo quiero que sepas, que pienso cumplir mi promesa, no voy a dejarte sola''
Dejando por fin que aquella diminuta gota de agua se deslizase por el contorno de mi mejilla, me levanté sin previo aviso subiendo las escaleras a una velocidad de vértigo hasta poder entrar en mi habitación y saqué el ordenador poniéndolo sobre mi cama e iniciando sesión.
Mientras éste lo hacía, comencé a responder a todas aquellas que me habían mencionado recientemente, agradecí todas las palabras de apoyo sin ocultar mi incredulidad por todo aquello, el corazón bombeaba tan rápido que casi no se escuchaba otra cosa en aquella casa, y cuando por fin pude acceder a Skype, le desbloqueé de forma instantánea. No estaba allí. Sonreí para mis adentros desbloqueándole también de WhatsApp.
Yo: *carita sacando la lengua* 9:23pm.
Justin: Perdona, ¿nos conocemos? ¿cómo has averiguado mi número? 9:23pm.
Yo: oh, perdona, ha tenido que ser una confusión, ya le vuelvo a bloquear. 9:23pm.
Justin: No, no, no, no, no, no, no, vale, vale, tú ganas. *carita decepcionada? 9:23pm.
Yo: eres un imbécil... 9:24pm.
Justin: tonta aburrida 9:24pm.
Yo: ¿puedes hablar por Skype? 9:24pm.
No me respondió, pero faltaron segundos para que su perfil se viera como conectado y me enviase una petición. Mordí mi labio inferior sin poder contener una enorme sonrisa que no hizo más que intensificarse al verle mirarme desde la pantalla.
- Dios, menos mal. - susurró con una equeña sonrisa observándome completamente absorto. - Te echaba tanto de menos.
- ¿Qué es lo que has hecho? estan todos...
- Quería que todos supiesen cuánto te necesito, y que te quiero a ti... - sonreía desde la pantalla, provocándome de nuevo aquel agradable hormigueo aún estando a kilómetros de distancia, el simple sonido de su voz me habría hecho olvidar todo. - a ti y a nadie más.
- ¿Me mentiste?
- ¿Mentirte? - frunció el ceño haciendo que se formaran un par de pequeñas arrugas en su frente. Así no podía concentrarse nadie.
- Dijiste que ibas a aclararlo todo en la entrevista, que ibas a decir la verdad y... - tragué saliva, me costaba la misma vida hablar de aquello ahora que por fin volvía a hablar con él, pero era ahora o nunca. - y soltaste lo de Ariana.
Justin parecía más sorprendido de lo normal, no lograba distinguir si lo que había en su rostro era terror o desconcierto pero comenzó a ponerse nervioso negando con la cabeza.
- No joder, no... eso no era cierto, pensé que ni se te pasaría por la cabeza el hecho de que pudiera llegar a serlo, yo jamás te hubiera ocultado algo así, ella no tiene nada que ver conmigo, dije aquello para que no...
Me quedé en silencio durante unos segundos esperando a que continuara pero no lo hizo.
- ¿Para que no qué?
- Para que no la odiasen, para que no le pusieran el título de mentirosa, para que su carrera no terminase antes de empezar si quiera.
- Justin... - susurré. - ¿sabes la de gente que se me echa encima diciéndome que soy una maldita rompe parejas? - todo aquel hormigueo había vuelto a transformarse en el nudo interno, aquella sensación ahogante otra vez. - ¿qué pasa conmigo? estoy pagando el doble de lo que acordamos con todos ellos.
- Pero para ti será sólo un tiempo, el que tarde en pasar de moda esa bomba, a ella podía costarle su carrera el hecho de ser vista como una mentirosa.
- ¡Es lo que es! - exclamé sintiéndome profundamente dolida, tal vez no hubiese sido tan buena idea.
- Brooks, si te fijas, esa entrevista la concedió antes de conocernos de verdad, antes de ser nuestra amiga, cuando veníamos a Latinoamérica no quise tener nada que ver con ella, pero me convenció de que la escuchase, su tío la tenía prácticamente manipulada. - aparté la mirada entreabriendo mis labios para respirar pesadamente por la boca tratando de asimilar todo lo que me estaba contando, necesitaba que me abrazase, era lo único que faltaba, necesitaba sentir que estaba allí conmigo, y que me dijese en persona que no iba a dejar que me pasara nada malo, sin embargo me encontraba a países de distancia, en mi habitación, tras haber atravesado una masa de personas que no habian hecho más que intentar hundirme, estaba completamente sola. - Brooks, por favor... - murmuró, y le miré prácticamente temblando. - Sé que es difícil, y joder, daría lo que fuese por estar contigo, me jode tanta impotencia, pero es la mierda de tener que estar conmigo...
- No sabes cuánto me gustaría verte a la salida del instituto, quedar para cenar, poder conocer a tu familia y poder presentarte a la mía en condiciones, no sabes cuánto me gustaría poder pasear agarrada de tu mano por la calle con total normalidad y...
- Pero no puedes. - se le quebró la voz mientras me miraba entristecido.
Creo que aquella imagen me partió en mil pedazos, fue como un mazo que me golpeó de lleno, haciendo que abriera los ojos, me dí cuenta de que esta vez le estaba haciendo yo más daño que todo el que me habían causado los medios multiplicado por mil, sus palabras resonaron en mi cabeza.
''Yo nunca podré tener una relación estable''
Estaba convirtiéndome a mí misma en un intento fallido, fue entonces cuando recordé aquello por lo que seguía en todo esto.
- Y no sabes lo que amo poder formar parte de tu vida, poder ver cómo continuas escalando la cima y poder ayudarte a hacerlo, no tienes ni idea de lo increíblemente bien que me haces sentir por cada vez que sonríes por mi culpa, todos los recuerdos que me has dejado crear a tu lado, esos recuerdos, no los cambiaría ni por todo el oro del mundo. - él se limitaba a observarme desde el otro lado muy quieto, parecía que ni respiraba, yo en cambio me maldecía a cada segundo por no poder ocupar sus labios con los míos. - Cada instante en el que me haces sentir especial. Justin, ¿es que no te das cuenta de todo lo que vales? Siempre has hecho lo imposible por evitar que me sintiera incómoda, las demás no supieron apreciar que cuando quieres a alguien a tu lado, te aseguras de que lo sepa, ¿acaso el hecho de echarte de menos a cada segundo más no significa nada para ti? te menosprecias...
Fui apagando mi voz a medida que hablaba, el frotó sus ojos con ambas manos echándose el pelo hacia atrás y despeinándoselo por completo, fue a decir algo pero nada salió de su boca, hasta que poco a poco fue dulcificando su expresión.
- Te amo tanto.
- Yo también te amo, y te echo mucho de menos. - casi sollocé.
Por fin.
- Necesito besarte. - musitó cabizbajo.
- Por favor, prométeme que todo irá bien a partir de ahora, no se me da nada bien esto de coger rabietas cuando no estas.
- Tranquila, a mi tampoco se me da bien aguantarlas a distancia. - Ambos reímos por lo bajo sin apartar la mirada un sólo segundo del otro y él prosiguió. - No dejaré que pase nada más, a partir de ahora me será indiferente cualquier contratiempo, me concentraré en terminar la primera ronda hasta navidades para poder volver a casa, contigo.
- No más peleas a distancia. - propuse en un suspiro.
- Añoro los tiempos en los que nuestras peleas consistían en abofetearme, ¿sabes?
Bufé sin poder contener una leve carcajada encogiéndome de hombros.
- ¿Por qué?
- Aunque me dejases la cara marcada, al menos podía tocarte. - sonrió él divertido.
- Dios, por aquel entonces eras terriblemente irritable. - arqueé ambas cejas con un tono de reproche.
- Eh, no me hieras, aún sigo siendo irritable, sólo que contigo me corto más ahora que estamos juntos.
- ¿Y eso? - no pude evitar cierta diversión.
- Obvio, no me quiero quedar sin sexo ni una sola noche. - abrió mucho los ojos al ver que yo también lo hacía y rió imitando mi expresión de fastidio. - Aunque ahora no lo tengo aún evitando ser irritante, así que puedo perfectamente decirte cosas como...
- Atrévete. - le desafié.
- Celosa quejica... - sonrió arrugando la nariz.
- Pijo creído con complejo de afroamericano. - achiné los ojos y él borró de pronto su sonrisa.
- Refunfuñona.
Iba a contestarle cuando Justin se movió dejándose iluminar por la lámpara de su mesita de noche, logré verle la cara entonces más claramente fijándome concretamente en sus labios y dándome cuenta entonces de un detalle que no solía estar ahí.
- Justin, espera, pensé que era una sombra pero tienes manchado aquí. - le avisé señalándome por encima del labio superior.
Él me imitó rozando las yemas de sus dedos por la zona indicada y me miró riendo.
- No es manchado. - reía mientras se acercaba un poco más a la cámara aproximándo su cara para que pudiese fijarme con detalle. - Mira, me esta saliendo bigote.
Abrí mi boca de forma exagerada mientras confirmaba que lo que anteriormente había creído algún resto de comida o algo por el estilo, eran, en efecto, unos pelillos ridículamente cortos sobre su labio.
Mordí mi lengua para no decir nada de lo que pudiese arrepentirme pero mi cara lo decía todo, mantenía una sonrisa burlona mientras miraba fijamente aquel intento de pelusa en la cara de Justin y sin poder aguantarlo más, estallé en carcajadas.
Cuando logré alzar la vista de nuevo a mi pantalla encontré a Justin haciendo notar su fastidio, lo cual hizo que mis ganas de reír aumentasen considerablemente.
- Dios, dime que vas a afeitarte eso.
- Voy a dejarme bigote. - De nuevo las risas, mi barriga comenzaba a doler por el hecho de casi no ser capaz de coger aire. - No entiendo dónde le véis todos lo divertido, esto en unas semanas irá a más y te pondré cachonda con sólo mirarme.
- Perdona cariño, es que me recuerdas mucho al típico rompecorazones de las telenovelas. - reía secando mis lágrimas.
- ¿Por qué todo el mundo se mete con mi bigote?
- Porque tienes el valor de llamarlo bigote. - reí divertida. - Es broma, estas muy guapo.
- Eso ya lo tenía claro, vas a quedar rendida cuando vaya a por ti en Navidad.
- No sabe cuántas ganas tengo, - hice una pequeña pausa que él usó para hacer notar sus aires de grandeza. - Juanito Bieber.
La gracia duró todo lo que quedaba de llamada, pero lo importante fue que a partir de entonces las cosas volvieron a estar en su sitio, y una vez más, me propuse volver a sobrevivir a aquel primer trimestre frente a los medios y sin la ayuda de nadie.
Los días discurrieron con normalidad, o al menos con toda la posible, siempre había algún que otro estúpido esperándome a la salida del instituto. Él y yo hablabamos cada día, contándonos todo lo que nos pasaba, aunque él tenía más que contarme, obviamente, yo le ponía al tanto de cómo llevaba mis clases.
Mis amigos me ayudaron a mantenerme firme y a no tener que depender de la presencia de Justin, quedábamos los fines de semana para salir, pero ante todo me centraba en estudiar, parecía que la rutina había regresado, aunque esta vez era distinto, cada vez que escuchaba su voz en mi equipo de música era distinto, y no podía evitar una estúpida sonrisa al oír hablar de él en cualquier sitio.
Tom volvió a llamarme, me dijo que buscaría un hueco para llevarme todo lo que tenía, aquella misma noche me habló a través de WhatsApp y pasamos prácticamente toda la noche hablando, al menos todo continuaba a mi favor, y merecía la pena continuar esperando.
Al fin y al cabo, lo que me esperaba después de estos meses, merecía demasiado la pena.
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